Hernán Ogállar Vidal
Madrid, 15 dic (.).- La reciente renuncia de General Motors (NYSE:GM) a seguir invirtiendo en el desarrollo de robotaxis despeja el camino a un sector, el de la conducción autónoma, que sólo este año ha absorbido inversiones por más de 7.000 millones de euros en todo el mundo, con Google y Tesla (NASDAQ:TSLA) particularmente bien posicionados.
De hecho, y según cálculos de la consultora CB Insights, el desarrollo de vehículos que pueda manejarse de manera autónoma (sin la intervención humana) ha emprendido en 2024 un nuevo boom que se ha traducido en inyecciones de más de 7.500 millones de dolares (unos 7.150 millones de euros), más del triple que un año antes.
El sector vive una segunda ola de inversiones. Las rondas de financiación de capital de las empresas de la conducción autónoma alcanzaron su máximo histórico en el año 2021, con 11.100 millones de dólares.
En 2022 y 2023 la inversión sufrió un descenso quedándose en los 3.100 y 2.400 millones de dólares respectivamente y, ahora, en 2024 el negocio vive un nuevo repunte pese a que hasta el momento se trata de inversiones no rentables, al tiempo que se han detectado desde incidentes relacionados con fallos de seguridad hasta trabas en la comercialización.
La salida de General Motors
Uno de los principales referentes en el entramado de la conducción autónoma es Cruise, la firma con la que General Motors estaba apostando para desarrollar robotaxis (taxis autónomos) hasta que esta misma semana anunció que abandonaba la idea para así ahorrarse unos 1.000 millones de dólares al año.
Aún así, la presidenta y consejera delegada, Mary Barra, afirmó que Cruise continuará invirtiendo en el desarrollo de la conducción autónoma pero para vehículos particulares.
Según las cifras de General Motors, Cruise había perdido 1.284 millones de dólares en los nueve primeros meses de 2024 y en 2023 perdió hasta 3.405 millones de dólares. Desde su compra en 2016, el grupo automovilístico ha destinado más de 10.000 millones de dólares a la división Cruise.
La salida de Cruise del negocio de los robotaxis ocurre tras protagonizar un accidente en octubre del 2023 en San Francisco. El coche de la compañía atropelló a una peatona que cruzaba la calle. Además, el vehículo catalogó de forma errónea el incidente como un impacto lateral e intentó retirar el vehículo del carril, empujando a la persona accidentada, en vez de evitar cualquier movimiento.
Semanas después, el Departamento de Vehículos Motorizados de California suspendió el permiso que tenía Cruise para circular por las calles de la ciudad. La compañía llamó a revisión a 950 de sus vehículos autónomos tras detectar un problema en su sistema.
Google se establece como principal beneficiada
Otro de los protagonistas del sector es Waymo, perteneciente al conglomerado de Alphabet (NASDAQ:GOOGL), matriz de Google, que a comienzos de mes anunció que llevaría a Miami su servicio de robotaxis, para sumarse así a Los Ángeles, Phoenix y San Francisco, donde ya opera.
También tienen previsto empezar a operar el próximo año en Austin y Atlanta en colaboración con Uber (NYSE:UBER).
El director de Safety Research and Best Practices de Waymo, Trent Victor, afirmó el pasado 20 de noviembre en el Global Mobility Call en IFEMA Madrid que la filial de robotaxi de Google hace 150.000 viajes diarios y recorre más de 1,6 millones de kilómetros.
El pasado octubre, cerró una ronda de financiación de unos 5.600 millones de dólares, lo que suma a dos previas de 3.200 y 2.500 millones, respectivamente.
EL impulso que está viviendo esta industria está llevando a otros actores a reconsiderar sus estrategias, entre ellos al consejero delegado de Tesla, Elon Musk, que en octubre presentó Cybercab, un robotaxi de diseño futurista con dos puertas y sin volante ni pedales.
Aunque el futuro del modelo es aún incierto, Musk -el hombre más rico del mundo y muy próximo a Donald Trump- anunció que quiere que empiece a operar antes de 2027.
Sin embargo, su falta de detalles de los planes de producción y comercialización no gustó en los mercados y, al día siguiente de la presentación, las acciones de Tesla cayeron un 8,78 % en Wall Street.
China no quiere quedarse atrás
China no es ajena este boom, y el buscador chino Baidu (NASDAQ:BIDU) (el "Google chino") ya registra un promedio de 75.000 viajes por semana en sus robotaxisd de Apollo Go, según cifras de investigación de CB Insights.
Otras compañías chinas del sector como WeRide o Horizon Robotics salieron a bolsa en octubre pasado, aunque a precios cerca de un 20 % inferiores a sus valoraciones privadas, al tiempo que otras como Pony.ai, Momenta y Minieye están en ello.
Sin embargo, CB Insights reporta que en ese país, al contrario que en Occidente, la financiación está mermando. De hecho, ha caído un 90 % desde 2021, al pasar de 4.000 millones de dólares a menos de 400 en lo que va de 2024, lo que explica en parte su interés por salir a bolsa.
Este descenso en la financiación les llega en un momento crítico debido a que muchos actores aceleran ahora sus esfuerzos en la comercialización, por lo que les urge capital para aumentar sus operaciones.
Mientras, en Europa, el nuevo comisario europeo de Transportes, Apostolos Tzitzikostas, acaba de aportar por la creación de un marco legal para regular la conducción autónoma en la UE.
(Recursos de archivo en www.lafototeca.com Cód:22431384, 22298760 y otros)