Bruselas, 4 may (.).- Los ministros de Desarrollo de la Unión Europea (UE) abordan este jueves con la secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), Rebeca Grynspan, las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania y el acuerdo para que ese país pueda seguir exportando su grano.
“Seguimos afrontando esta triple crisis alimentaria, energética y financiera. Y muchos de nuestros socios en todo el mundo están sufriendo esta triple crisis, especialmente debido a la agresión de Rusia contra Ucrania”, indicó el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, a su llegada al Consejo de titulares de Desarrollo de la Unión.
Grynspan, invitada al encuentro, tiene previsto reunirse mañana en Moscú con una delegación rusa para abordar la situación en torno al cumplimiento de la parte rusa del acuerdo sobre el grano ucraniano.
“Durante la reunión, los ministros seguro que subrayarán, una vez más, nuestro compromiso con las Naciones Unidas y la comunidad internacional para dar un nuevo impulso a la agenda 2030 y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, comentó Borrell.
Afirmó que otro debate muy importante será sobre “la necesidad de mantener la respuesta mundial a la crisis alimentaria”, más en particular a través de la iniciativa para que Ucrania pueda seguir comerciando sus cereales a través del mar Negro, una ruta peligrosa por la presencia de la flota rusa.
Según cifras de la UE, su iniciativa -bautizada como "carriles de la solidaridad”- para que Ucrania pueda exportar el grano por rutas alternativas a través de territorio comunitario, ya ha permitido vehicular más cantidad de cereal ucraniano que por el mar Negro desde que empezó la guerra: 19 millones de toneladas para los clientes necesitados frente a 14,5 millones.
En todo caso, la secretaria parlamentaria del Ministerio de Asuntos Exteriores de Letonia, Gunda Reire, hizo hincapié en que esas líneas de solidaridad “deben reforzarse” porque sigue habiendo “problemas de conectividad” para facilitar el tránsito del cereal ucraniano, y subrayó el ofrecimiento de su país y los otros Estados bálticos para “proporcionar rutas alternativas a través de nuestros puertos”.
El número de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda ha alcanzado un nivel récord de unos 222 millones en 2022, según el Informe Mundial sobre la Crisis Alimentaria del pasado septiembre, frente a los 193 millones de finales de 2021.
Las personas más afectadas viven en países muy dependientes de las exportaciones de cereales de Ucrania y Rusia (principalmente en Oriente Medio y el norte de África), así como en países muy vulnerables a la inseguridad alimentaria (sobre todo del África subsahariana).
La respuesta de la UE a la inseguridad alimentaria mundial incluye 9.000 millones de euros para el período 2021-2024, de los cuales 7.000 millones se desembolsaron ya en 2022; mientras que el Banco Europeo de Inversiones contribuye también a esos esfuerzos con más de 4.000 millones.
“La Unión Europea es un socio fuerte de las Naciones Unidas y hemos hecho mucho para ayudar a nuestros países socios a hacer frente a la inseguridad alimentaria, pero también, cada vez más, estamos apoyando a nuestros socios en su transición verde”, comentó la comisaria europea de Asociaciones Internacionales, Jutta Urpilainen.
Otro asunto destacado en la agenda hoy de los ministros europeos es la reforma del sistema de bancos multilaterales de desarrollo, y en ese contexto se reunieron con el presidente del Banco Europeo de Inversiones, Werner Hoyer.
Borrell destacó el peso de instituciones como el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo frente al Banco Mundial, y recordó que la UE y sus Estados miembros son “los principales socios en el desarrollo mundial y tenemos un gran interés en que los bancos multilaterales de desarrollo se adecúen a sus fines, empezando por nuestros propios bancos”.