Luxemburgo, 7 oct (.).- La Unión Europea (UE) está a las puertas de arrancar su primer ciclo presupuestario bajo las nuevas reglas fiscales que limitan el déficit y la deuda públicos de los países y lo hará con dudas sobre el rumbo de la economía francesa, que cerrará este año con un desfase superior al 6 % del PIB.
Los Estados miembros tienen hasta el 15 de octubre para mandar sus borradores presupuestarios de 2025 a Bruselas, los primeros que tendrán que elaborar con el nuevo marco, y el nuevo Ejecutivo galo que lidera Michel Barnier ha prometido que embridará las cuentas públicas.
Este es, precisamente, el mensaje que trasladó el nuevo ministro francés de Finanzas, Antoine Armand, al resto de ministros de Finanzas de la eurozona (Eurogrupo), a los que ha comunicado sus planes para reducir el déficit al 5 % en 2025 y llevarlo por debajo del umbral del 3 % en 2029.
"Es una trayectoria seria, creíble y ambiciosa para nuestro país y respeta completamente las reglas presupuestarias europeas", reivindicó Armand a los medios antes de participar en su primer encuentro del Eurogrupo.
El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, responsable de negociar con los gobiernos las trayectorias de ajuste de cada uno de ellos, se mostró optimista y calificó de "prometedores" los primeros contactos que ha tenido tanto con Barnier como con su ministro económico, quienes le trasladaron su "fuerte compromiso" con el cumplimiento de las reglas.
El italiano también señaló que Bruselas tiene "experiencia" en trabajar con gobiernos con "mayorías débiles" como el francés, al tiempo que recordó que la institución "no ignora las dificultades políticas" en París para sacar adelante las cuentas.
Las dudas sobre Francia - país al que la Comisión abrió un expediente por déficit excesivo el pasado junio - también fueron motivo de pregunta para el ministro de Finanzas de Alemania, Christian Lindner, quien prefirió entrevistarse con su homólogo galo antes de valorar sus planes presupuestarios.
No obstante, el liberal alemán sí se mostró "preocupado" por la situación presupuestaria de "algunos Estados miembros", al tiempo que llamó a ser "ambiciosos" para "poner las finanzas públicas en orden", adoptar reformas estructurales y, si es necesario, tomar "decisiones impopulares".
Presupuesto español
Por otro lado, el ministro de Economía, Comercio y Empresa de España, Carlos Cuerpo, dijo que el Gobierno español retrasará la presentación del borrador presupuestario para 2025 más allá de la fecha prevista del 15 de octubre, aunque en esa fecha sí remitirá el plan fiscal estructural a medio plazo, que determinará la senda de ajuste presupuestario para los próximos años.
Cuerpo argumentó que Bruselas prefiere que los gobiernos no envíen este año prórrogas presupuestarias sin nuevas medidas de política económica, por lo que España no presentará su plan presupuestario hasta que no tenga al menos un proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE).
"Tenemos todavía tiempo. Aquí la Comisión Europea tiene además hasta finales de noviembre para hacer una evaluación de los planes fiscales estructurales a medio plazo, ese es el entorno en el que nos estamos moviendo", indicó.
Preguntado por este retraso, el comisario Gentiloni, dijo que la Comisión Europea "ha sido flexible con los plazos pero hay un límite a la flexibilidad".
Fuentes comunitarias explicaron que el Ejecutivo comunitario efectivamente ha pedido a los países que no le envíen borradores presupuestarios sin cambios de política, pero aún así el límite para hacerlo es el 15 de octubre.
Si bien la idea española de remitirlo más tarde puede ser aceptable en algunas circunstancias, Bruselas aún tiene que discutirlo más con las autoridades españolas puesto que necesita comprobar cómo interactuaría el presupuesto con la trayectoria fiscal a medio plazo.
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