París, 4 abr (EFE).- La generalización de las redes inteligentes de distribución eléctrica, utilizadas ya en algunos países, puede ser un factor de ahorro energético y de eficiencia, según un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicado hoy.
Estas redes, que utilizan la tecnología digital y otros avances para gestionar el transporte de electricidad a los diferentes usuarios, "pueden desempeñar un papel importante en la introducción de las tecnologías limpias, en los vehículos eléctricos y en los sistemas de eficiencia energética", señaló la AIE.
Para ello, "es precisa una inversión mucho mayor en los centros regionales" de distribución de energía a gran escala para adecuar estas redes inteligentes a cada situación, señaló el director ejecutivo de la AIE, Nobuo Tanaka.
"Los gobiernos deben establecer políticas claras y coherentes, reglamentos y planes para los sistemas de electricidad que permitirá las inversiones innovadoras en las redes inteligentes", agregó en una rueda de prensa en París, sede de la organización.
El directivo de la AIE destacó, asimismo, la importancia de la educación y la sensibilización en este tipo de redes para que sean cada vez más aceptadas por el público.
El informe de la AIE sobre redes inteligentes establece también que éstas pueden desempeñar un papel en la renovación de las infraestructuras y su adecuación a una demanda creciente.
Este tipo de tecnologías "son un elemento importante en la expansión del uso de tecnologías bajas en la emisión de dióxido de carbono, tales como los vehículos eléctricos", agrega la organización.
Las redes pueden, además, contribuir a la moderación de los precios de la electricidad, indica.
El redactor del informe, el analista de la AIE David Elzinga, indicó que este tipo de redes es particularmente interesante en los países en vías de desarrollo y en los entornos rurales, puesto que puede contribuir a su integración en centros de mayor capacidad.
El informe agrega que las redes inteligentes podrían utilizarse para llevar electricidad a zonas escasamente pobladas, permitiendo una transición de pequeñas estructuras a otras más globales.
En este sentido, Elzinga destacó la importancia de que los países que ya han comenzado sus labores de desarrollo de redes inteligentes compartan su experiencia con los demás.
El informe recomienda una mayor colaboración internacional en el intercambio de experiencias de los programas piloto y en la utilización de las inversiones públicas en el desarrollo de la tecnología necesaria.
Es importante, asimismo, que los diferentes países trabajen con estándares similares para reducir costes y facilitar la integración.
"Es necesaria una mayor colaboración internacional para ampliar la investigación, el desarrollo, la aplicación y el despliegue de la inversión en todas las áreas de estas redes, pero sobre todo para la elaboración de normas, políticas y modelos de negocio", señaló Elzinga. EFE