Los mercados bursátiles asiáticos retrocedieron el viernes, mientras que los precios del petróleo se encaminaban hacia su mayor incremento semanal en más de un año, impulsados por los crecientes conflictos en Oriente Medio. Esta volatilidad del mercado se produce mientras los inversores aguardan el informe de empleo de EE.UU. previsto para más tarde hoy.
El presidente Joe Biden anunció el jueves que EE.UU. está considerando ataques contra instalaciones petroleras iraníes como respuesta al ataque con misiles de Teherán contra Israel. En represalia, el ejército israelí lanzó nuevos ataques aéreos contra Hezbollah en Beirut. Estos acontecimientos han alimentado un aumento sustancial de los precios del petróleo a lo largo de la semana.
Los futuros del crudo Brent experimentaron una ligera disminución del 0,04% hasta los 77,59$ por barril el viernes, pero se encaminaban hacia una ganancia semanal del 7,8%, la mayor desde febrero de 2023. Los futuros del crudo West Texas Intermediate (WTI) de EE.UU. se mantuvieron estables en 73,71$ por barril, dispuestos a terminar la semana con un aumento del 8,1%, el más significativo desde marzo de 2023.
En respuesta a la inquietud geopolítica, la mayoría de las acciones cotizaban a la baja. El índice más amplio de MSCI de acciones de Asia-Pacífico fuera de Japón cayó un 0,32%, con un cambio general mínimo esperado para la semana. Las acciones australianas disminuyeron un 1%, y los futuros de las acciones continuaron cayendo desde la sesión anterior. Los futuros del S&P 500 y del Nasdaq cayeron ambos un 0,03%, y los futuros del EUROSTOXX 50 se mantuvieron sin cambios.
El índice Nikkei de Japón también experimentó una caída, perdiendo un 0,08% y enfrentando una pérdida semanal superior al 3%. Las fluctuaciones del Nikkei esta semana se vieron influenciadas por los inversores que equilibraban las tensiones regionales frente a las perspectivas de tipos de interés nacionales de Japón.
Funcionarios japoneses, incluido el primer ministro Shigeru Ishiba, indicaron que las condiciones económicas del país no respaldan nuevas subidas de tipos por parte del Banco de Japón (BOJ), aconsejando cautela en el endurecimiento de la política. A pesar de un reciente debilitamiento, el yen cotizó al alza el viernes a 146,60 por dólar, pero se espera que registre una caída semanal de alrededor del 3%, la más significativa desde 2016.
Como nota positiva, los estibadores y operadores portuarios estadounidenses han llegado a un acuerdo provisional para poner fin a una huelga de tres días que paralizó el transporte marítimo en la costa este y el Golfo de EE.UU.
La atención también se centra en el informe de nóminas no agrícolas de EE.UU. previsto para más tarde hoy, con pronósticos que sugieren la adición de 140.000 empleos en septiembre, una ligera disminución respecto a los 142.000 de agosto. El dólar mantuvo su fortaleza cerca de un máximo de seis semanas frente a una cesta de divisas, cotizando a 101,92.
Los datos económicos recientes de EE.UU. indican resistencia, con la actividad del sector servicios alcanzando un máximo de 1,5 años en septiembre y los nuevos pedidos mostrando un crecimiento robusto. Además, el Departamento de Trabajo informó de un mercado laboral estable al final del tercer trimestre. Estos indicadores han reducido la probabilidad de un recorte de 50 puntos básicos por parte de la Reserva Federal el próximo mes, con los futuros apuntando ahora a solo un 35% de probabilidad de tal resultado.
El euro se mantuvo estable en 1,1031$, aunque se espera que vea una caída semanal del 1,2%. La libra esterlina mejoró ligeramente un 0,03% hasta 1,3131$, recuperándose después de una caída de más del 1% el jueves tras los comentarios moderados del gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, sobre posibles recortes de tipos.
En otros mercados, el oro al contado aumentó un 0,06% hasta 2.657,89$ la onza, ya que los inversores buscan activos refugio en medio de las continuas tensiones geopolíticas.
Reuters contribuyó a este artículo.
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