La empresa de vehículos eléctricos Fisker (FSR) está consultando a expertos en reestructuración para prepararse ante una posible quiebra, según informó el miércoles el Wall Street Journal.
El valor de las acciones de FSR se desplomó más de un 35% en las operaciones posteriores al cierre del mercado el miércoles.
Ante la posibilidad de quedarse sin fondos este año, Fisker ha contratado a la empresa de asesoría financiera FTI Consulting y al bufete jurídico Davis Polk para que le ayuden en el posible procedimiento de quiebra.
El mes pasado, Fisker declaró unos ingresos de 273 millones de dólares en el último año, mientras que sus deudas superaban los 1.000 millones de dólares.
Fisker también ha emitido un comunicado sobre su futuro, en el que expresa serias dudas sobre su capacidad para mantener sus operaciones. La empresa está buscando activamente inversiones adicionales y está en proceso de identificar un nuevo socio para la producción de vehículos en Estados Unidos.
El fabricante de vehículos eléctricos, con sede en Manhattan Beach (California), aplazó a finales de febrero la publicación de su informe financiero completo del año anterior, alegando falta de personal contable experimentado, según se menciona en un documento reglamentario.
Fisker entró en el mercado bursátil a principios de la década de 2020 mediante la fusión con una sociedad de adquisiciones de propósito especial (SPAC), uniéndose a otras empresas de vehículos eléctricos en la captación de inversiones inspiradas por el éxito de Tesla (TSLA).
Sin embargo, estas empresas han encontrado importantes obstáculos para lograr una producción a gran escala y han visto disminuir la demanda de vehículos eléctricos en el mercado estadounidense.
Desde que inició las entregas de sus primeros vehículos en Estados Unidos en junio, Fisker ha notado un descenso en el ritmo de crecimiento de sus ventas, lo que ha llevado a rebajar las previsiones de demanda y a ajustar los precios para seguir siendo competitiva en el mercado.
Si Fisker solicita la protección por quiebra, sería el segundo revés para su fundador, el distinguido diseñador de automóviles Henrik Fisker.
El valor de las acciones de la empresa ha caído un 97% desde 2020, lo que podría provocar su retirada de la Bolsa de Nueva York.
Recientemente, Fisker declaró un recorte del 15% de su plantilla, que afectó principalmente a empleados en puestos de servicios y ventas al por menor.
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