Por Joanna Plucinska y Rajesh Kumar Singh
LONDRES/CHICAGO, 20 jul (Reuters) - Se prevé que los turistas norteamericanos que abarrotan las calles de los principales destinos europeos impulsarán los beneficios de las aerolíneas este trimestre y en adelante, tras los largos parones por la pandemia, según afirmaron analistas y ejecutivos de la aviación.
Air France-KLM (EPA:AIRF), Lufthansa (ETR:LHAG), IAG (BME:ICAG), que es la propietaria de Iberia y de British Airways, deben presentar así como otras compañías sus resultados en las próximas semanas, y los analistas están pendientes de cuánto y por cuánto tiempo se beneficiarán las aerolíneas europeas de esta demanda estadounidense.
El renovado deseo de viajar ya ha disparado las reservas de las aerolíneas estadounidenses, a pesar del aumento del coste de la vida. Delta Air Lines (NYSE:DAL) obtuvo en el trimestre de junio los mayores beneficios trimestrales de su historia, gracias a un aumento del 65% en los ingresos por vuelos transatlánticos.
Según el sitio web de viajes Kayak, las búsquedas de viajes a Europa han aumentado un 55% con respecto a hace un año. Aunque la demanda tiende a ralentizarse después del verano, los ejecutivos de las aerolíneas estadounidenses afirman que las reservas se prolongan hasta la temporada de otoño.
Los analistas también ven un impulso para las aerolíneas europeas.
"La mayor subida debería producirse en IAG. Al igual que otras aerolíneas de la red, se beneficia de la alta demanda en las (rutas) del Atlántico Norte", dijo Alex Irving, analista de Bernstein. "Sin embargo, el panorama de la oferta también es el que más mejora".
El director comercial de Virgin Atlantic, Juha Jarvinen, afirmó que se están registrando "ingresos mensuales récord, ya que los consumidores optan por gastar en experiencias en lugar de en bienes".
Eso significa que la aerolínea sigue esperando volver a la rentabilidad en 2024, con una capacidad que alcanzará un 10% más que en 2019 —antes de la pandemia—.
SE ACERCA EL INVIERNO
Estas son señales positivas para un sector preocupado por que el aumento de la demanda tras la pandemia —y los elevados beneficios resultantes— pierdan impulso en la temporada de otoño, cuando la alta inflación empiece por fin a reducir el gasto de los pasajeros.
En todo caso, parece ocurrir lo contrario: las reservas transatlánticas para la próxima temporada de invierno son más fuertes en comparación con los niveles de 2019 que las del verano, ya que los turistas norteamericanos siguen beneficiándose de un tipo de cambio favorable.
Los asientos programados para el último trimestre de 2023 ya son un 6% más altos que en 2019 para las rutas de Norteamérica a Europa, y un 18% más altos que en 2022, según datos de la firma de datos de viajes ForwardKeys.
(Editado por Catherine Evans; editado en español por Javi West Larrañaga)