Tokio, 12 dic (EFE).- Las importaciones de electrónica de Japón van camino de superar en valor a sus exportaciones durante este año por primera vez desde que existen datos al respecto, lo que pone de relieve la crisis del sector, reveló hoy el diario Nikkei.
El déficit comercial de Japón en cuanto a dispositivos y componentes electrónicos en los nueve primeros meses del año fue de 800.000 millones de yenes (5.659 millones de yenes), lo que supone un cambio claro de tendencia en un país hasta ahora potencia exportadora de electrónica.
La cifra facilitada por aduanas es difícil de cambiar de aquí a fin de año y contrasta con los 220.000 millones de yenes (1.556 millones de euros) de superávit del mismo periodo de 2012.
Hasta hace pocos años, la debilidad del yen siempre había ayudado a los fabricantes a hinchar el valor de las exportaciones, ya que con una divisa barata las ganancias se multiplican con fuerza al repatriarlas.
Sin embargo, la industria electrónica nipona ya no sigue ese patrón, ya que muchas empresas han deslocalizado una porción importante de su producción a otros países desde la crisis financiera iniciada en 2008 de cara a reducir costes.
Datos de la Asociación de Industrias Japonesas de Electrónica y Tecnologías de la Información y de la Asociación de Fabricantes de Aparatos Eléctricos indican que Japón tenía un superávit en este sector de 9 billones de yenes (63.568 millones de euros), a principios de los años noventa.
La primera vez que se recogieron este tipo de datos fue en 1991.
Los televisores, en su día el motor de las exportaciones de electrónica japonesas, son el mejor ejemplo de esta situación.
Entre enero y septiembre de este año, el valor de los aparatos de televisión que Japón importó superaron a los que exportó en 110.000 millones de yenes (777 millones de euros).
En 1991, el 80 por ciento del mercado nacional de televisiones estaba copado por productos de fabricación nacional.
Otro factor que ha incrementado las importaciones de electrónica desde 2008 es la irrupción de smartphones en el mercado, los cuales, salvo por algunos componentes, se fabrican fuera de Japón.
El hecho de que NTT Docomo, el mayor operador de telefonía móvil de Japón, vaya a comenzar a vender el iPhone de Apple apunta a que la entrada de teléfonos fabricados fuera del país sea aún mayor. EFE asb/raa/mdo