Madrid, 26 mar (.).- Las empresas cotizadas repartieron 28.794 millones de euros en dividendos en 2018, cifra que llega a 30.105 millones si se suman la devolución de aportaciones por primas de emisión y las reducciones de nominal.
Según un estudio del director y el subdirector del Servicio de Estudios de Bolsa y Mercados Españoles (BME), Domingo García Coto y Javier Garrido respectivamente, la retribución total a los accionistas aumentó un 6,65 % sobre 2017 y los dividendos subieron un 3,41 % sobre 2016.
El dividendo ha sido en 2018 una de las pocas buenas noticias para los inversores, en un ejercicio en el que las incertidumbres han pesado negativamente sobre las cotizaciones, concluyen.
La Bolsa española se caracteriza por tener un gran número de empresas cotizadas con una rentabilidad por dividendo elevada y muy atractiva en términos de inversión comparada geográficamente y frente a otros activos alternativos.
Las políticas de dividendos generosas con los accionistas se han convertido en seña de identidad de las compañías españolas cotizadas de manera amplia, transversal y generalizada.
Los autores destacan que el rendimiento extra conseguido vía dividendos en España es muy relevante, puesto que el interés de los bonos a 10 años no alcanza el 2 % desde hace ya cinco años, mientras que la rentabilidad por dividendo promedio de la Bolsa ha sido cercana al 4,5%.
Desde 2009 han adquirido un peso relevante los dividendos pagados en acciones, conocidos como "scrip dividend", que en 2018 sumaron 4.035 millones, un 4,3 % sobre 2017.
Finalmente, resaltan el "extraordinario efecto protector" de los dividendos sobre la rentabilidad de una inversión en acciones cotizadas a largo plazo y reflejan que las empresas que reparten más dividendos tienden a registrar un mejor comportamiento de sus cotizaciones con una variabilidad menor, independientemente de su tamaño y el sector en el que operen.