Miguel Ángel Moreno
Madrid, 10 may (EFE).- Empresas españolas del sector bancario, de seguros, industria e infraestructuras presentes en Argentina han manifestado hoy a EFE su cautela a la hora de analizar la crisis cambiaria de la moneda de este país, que tiene a España como su segundo inversor internacional.
La crisis cambiaria del peso argentino ha motivado recientemente la subida de los tipos de interés al 40 % y el anuncio de la petición de una línea de crédito al Fondo Monetario Internacional (FMI).
España es el segundo país por inversión extranjera directa en Argentina, solo por detrás de Estados Unidos, y llegó a suponer el 18 % de las inversiones foráneas en el país en el año 2016, de unos 13.169 millones de dólares (unos 13.880 millones de euros), según el último dato disponible del Banco Central de la República Argentina.
Según el analista de XTB Joaquín Robles las empresas españolas viven en estos momentos "un periodo de incertidumbre económica difícil de cuantificar", con Telefónica (MC:TEF), BBVA (MC:BBVA) y Santander como las más destacadas en cuanto a su exposición al mercado argentino, ya que más del 5 % de sus ingresos proceden de este país.
"La fuerte caída del peso argentino es un factor negativo para las empresas españolas, que verán reducidos sus ingresos por el tipo de cambio, y más teniendo en cuenta la rapidez de la caída", ha señalado a EFE.
El sector bancario español es uno de los que está más fuertemente implantado en el país, ya que compañías como el Banco Santander (MC:SAN), a través de Santander Río, es el primer banco del país por volumen de créditos, y el BBVA (BBVA Banco Francés (NYSE:BFR)) es el tercero por volumen de depósito y el cuarto en cuanto a activos.
El negocio en Argentina en el primer trimestre de 2018 aportó al Banco Santander unos 66 millones de euros, algo más del 3 % del resultado global, aunque sus responsables declinaron hacer comentarios.
Para el BBVA, la aportación del negocio en el país fue entre enero y marzo de este año de 52 millones, el 3,88 % del resultado global del grupo, y la entidad ha señalado que mantiene políticas activas de gestión en las inversiones en países emergentes, aunque sin mencionar específicamente a Argentina.
"BBVA mantiene sus políticas activas de gestión de las principales inversiones en países emergentes que sitúa, en media, entre el 30 % y el 50 % de los resultados del ejercicio y alrededor del 70 % del exceso del ratio de capital CET1", han señalado a EFE desde la entidad financiera.
Entre las compañías españolas con presencia en el país, la aseguradora Mapfre (MC:MAP) ha expresado su "confianza" en que el ejecutivo argentino encabezado por el presidente Mauricio Macri sepa "resolver esta crisis de manera satisfectoria".
"El Gobierno argentino ha venido tomando decisiones prudentes en materia económica en estos últimos tiempos, y confiamos en que con la ayuda del FMI sea capaz de reconducir esta crisis de forma satisfactoria", han señalado a EFE fuentes de Mapfre, presente en el país desde el año 1986.
"En estos 32 años hemos vivido todo tipo de situaciones económicas en el país, con el que estamos absolutamente comprometidos", han añadido desde la aseguradora.
En cuanto a las infraestructuras, Abertis (MC:ABE), que gestiona varias concesiones en los accesos a la capital argentina, alcanzó entre enero y marzo de este año unos ingresos en el país de 55 millones de euros (21 en beneficios antes de impuestos).
"En nuestro caso, todavía es pronto para evaluar los efectos reales de la devaluación del peso de la semana pasada", han señalado desde Abertis, que ha reafirmado su "compromiso a largo plazo" con un plan de inversión de 565 millones de euros a cambio de la extensión de los actuales contratos de concesión.
Por su parte, la tecnológica Indra (MC:IDR), que lleva a cabo varios proyectos tecnológicos en la red ferroviaria de Buenos Aires, y de seguridad vial, ha señalado que por el momento no ven "impacto en el negocio" ni cambia las "perspectivas a futuro".
La compañía de fabricación de componentes de automóviles Gestamp (MC:GEST) cerró 2017 con un incremento anual de sus ventas en Argentina del 38 % hasta los 216 millones de euros, lo que supone un 2,6 % de sus ventas globales, y ha reconocido a EFE que "a tipo de cambio constante" el incremento de sus ventas habría arrojado "un crecimiento de cerca del 60 %".
La última compañía en mostrar el impacto de la crisis cambiaria argentina ha sido la cadena de supermercados DIA (MC:DIDA), que ha reconocido en sus cuentas del primer trimestre de 2018 un efecto negativo del 31 % por la devaluación del peso y un descenso de su facturación neta en Argentina y Brasil del 18,2 % en este periodo por el efecto divisa combinado entre el peso y el real.