Xavier Fontdeglòria
Pekín, 8 feb (EFE).- Las exportaciones chinas experimentaron en enero un aumento del 25 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior, un crecimiento que apunta al repunte de la economía del país pero que despierta la cautela por las distorsiones de las vacaciones de Año Nuevo, que el año pasado se celebraron en enero.
Según informó hoy la Administración General de Aduanas, las exportaciones alcanzaron el mes pasado un volumen de 1,18 billones de yuanes (188.000 millones de dólares, unos 140.000 millones de euros), una subida que no se registraba desde el mes de abril del año pasado.
En cuanto a las importaciones, éstas se situaron en los 990.000 millones de yuanes (158.000 millones de dólares, unos 118.000 millones de euros), un aumento del 28,8 por ciento de media con respecto a enero de 2011 pero mucho mayor en el caso del hierro, el acero y el carbón por su consumo en la construcción de infraestructuras.
Con todo, el comercio exterior del gigante asiático se incrementó un 26,7 por ciento interanual, una cifra mucho mayor a la registrada en diciembre (10,2 por ciento) y que cuadruplica el registro medio del año pasado, que se situó en un modesto 6,2 por ciento.
Este espectacular aumento se ha producido, en parte, por un evidente repunte de la economía del gigante asiático, que en el último trimestre del año pasado rompió la tendencia bajista de los últimos dos años.
Sin embargo, los indicadores publicados durante los meses de enero y febrero acostumbran a estar sesgados por el hecho de que las fechas de celebración Año Nuevo Lunar, la mayor festividad del calendario chino, varían de un año a otro.
En este ejercicio el periodo vacacional cae en el mes de febrero, mientras que en 2011 fue en enero, algo que ha supuesto hasta 5 días laborales adicionales con respecto al mismo mes del año anterior -en algunos casos más, ya que las fábricas cierran durante al menos una semana-.
Por ello, los analistas se muestran prudentes a la hora de valorar los primeros datos macroeconómicos importantes del año, que se publican un mes después de que se conociera que la República Popular creció un 7,8 por ciento en 2012, su ritmo más lento desde 1999.
Según apuntó la Administración de Aduanas, después de realizar el ajuste temporal a las cifras, el comercio exterior de la segunda economía mundial creció un 8,1 por ciento, las exportaciones un 12,4 por ciento y las importaciones un 3,4 por ciento.
"Está claro que la menor base comparativa del año pasado por la menor cantidad de días laborables ayudó a impulsar el crecimiento", aseguró a la agencia oficial Xinhua Li Jian, un experto del Ministerio de Comercio chino.
En marzo, el Buró Nacional de Estadísticas chino (NBS) publicará la mayor parte de sus datos económicos para los meses de enero y febrero de forma conjunta, lo que suavizará los efectos del cambio anual de estas vacaciones y permitirá observar la fuerza de la recuperación de la economía.
Por regiones, la Unión Europea (UE) se mantiene a la cabeza de la lista de principales socios comerciales de Pekín, con un volumen de comercio de 47.140 millones de dólares (35.172 millones de euros), un 10,5 por ciento más, seguido de Estados Unidos, con 43.720 millones de dólares (32.620 millones de euros), un aumento del 23,4 por ciento.
Desde el Ministerio de Comercio chino aseguraron hoy que los datos "pueden indicar" un fuerte reavivamiento de la economía china pero advirtieron también de "una débil demanda externa que no mejorará significativamente a corto plazo".
En 2012, China se quedó muy lejos de alcanzar el 10 por ciento de objetivo que se había marcado en cuanto al crecimiento de su comercio exterior, al registrar un 6,2 por ciento.
Pekín ha flexibilizado sus metas para este año y espera que sus compras y ventas en el extranjero crezcan al mismo ritmo que su economía, una tasa que varios analistas sitúan alrededor del 8 por ciento. EFE