Los estrategas de acciones de Goldman Sachs (NYSE:GS) opinan sobre la relación entre el rendimiento de los bonos del Tesoro y la rentabilidad de las acciones.
Señalan que el S&P 500 siempre ha experimentado un descenso del 4% cuando el rendimiento de los bonos del Tesoro suben dos desviaciones típicas en un mes.
"Cuando el rendimiento deja de subir, las acciones suelen sentir cierto alivio", escriben los analistas en una nota a los clientes.
El impacto del aumento del rendimiento de los bonos sobre las acciones depende de la dinámica entre las expectativas de crecimiento económico, los tipos de descuento y los balances de las empresas. El Russell 2000 es especialmente sensible a los cambios en las perspectivas de crecimiento, mientras que el Nasdaq 100 es más susceptible a los cambios en los tipos de descuento, pero conlleva menores niveles de apalancamiento.
Desde agosto, la atención de los inversores se ha dirigido hacia las valoraciones y el apalancamiento, aunque recientemente se ha desplazado a las perspectivas de crecimiento.
"Creemos que los vientos en contra para las valoraciones y los balances van a persistir, pero una nueva rebaja considerable de las perspectivas de crecimiento nos parecería una buena oportunidad de compra".
"Por lo tanto, seguimos desconfiando de los valores de larga duración y muy apalancados, pero creemos que los inversores deberían considerar las ventas cíclicas como una oportunidad de compra", añaden los analistas.