Río de Janeiro, 11 abr (EFE).- El volumen de ventas del comercio minorista brasileño bajó en febrero un 0,4 por ciento en comparación con enero y un 0,2 por ciento frente al mismo mes del año pasado, informó hoy el Gobierno.
El resultado de febrero prácticamente anuló la recuperación de enero, cuando las ventas crecieron un 0,5 por ciento frente al mes anterior, y ahondó la tendencia de desaceleración de diciembre, cuando el volumen de ventas había caído en esa misma proporción frente a noviembre.
Pese al resultado negativo de febrero, las ventas acumularon un crecimiento del 2,9 por ciento en el primer bimestre del año frente al mismo periodo de 2012, según los datos divulgados por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
Eso se debe a que las ventas se habían expandido un 5,9 por ciento en enero frente al mismo mes de 2012.
En el periodo de doce meses, hasta febrero, las ventas acumularon una expansión del 7,4 por ciento.
De los diez sectores analizados por el IBGE, sólo cuatro aumentaron las ventas en febrero en comparación con el mes anterior.
Esos sectores fueron los de equipos y material para oficina e informática, con un crecimiento del 5,2 por ciento, artículos farmacéuticos, médicos y cosméticos (2,4 %), libros, periódicos y revistas (0,7 %) y material de construcción (0,7 %).
Las ventas que más cayeron fueron las de artículos de uso personal y doméstico (-2,9 %), combustibles y lubrificantes (-2,1 %), vehículos, motocicletas y autopartes (-1,7 %) y textiles, confecciones y calzados (-1,1 %).
Las ventas de alimentos y supermercados, tradicionalmente las de mayor volumen del comercio en Brasil, registraron un febrero una reducción del 1,0 por ciento frente a enero y del 2,1 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado.
La caída de las ventas de alimentos en comparación con febrero de 2012 era algo que no ocurría desde noviembre de 2004, lo que fue atribuido en parte a la fuerte subida de los precios.
El resultado negativo del comercio supone una alerta para el consumo interno, que ha sido el principal motor de la economía brasileña en los últimos años y ha ayudado a atenuar los efectos de la crisis económica internacional, ya que la demanda interna compensa en parte la bajada de las exportaciones. EFE