NUEVA DELHI - Los principales fabricantes de automóviles, Maruti Suzuki, Tata Motors (NS:TAMO), Audi (F:NSUG) y Mercedes-Benz, aumentarán los precios de sus vehículos a partir de enero de 2024. La medida, motivada por el aumento de los costes de los insumos y la inflación general, supondrá subidas de precios de entre el 2% y el 3%. El anuncio refleja una tendencia generalizada en el sector a medida que los fabricantes de automóviles se adaptan a las presiones económicas.
Maruti Suzuki India ha indicado que toda su gama de productos, desde el modelo básico Alto hasta el premium Invicto, sufrirá importantes subidas de precios. La empresa está respondiendo a importantes presiones de costes, incluido un aumento previo del 2,4% en el último ejercicio fiscal. Los ajustes de precios son una decisión estratégica para gestionar el impacto de la inflación y los altos precios de las materias primas en las operaciones.
Tata Motors, otra gran empresa del sector automovilístico indio, ha confirmado que toda su gama de vehículos, incluidos los eléctricos, sufrirá ajustes de precios. La decisión pretende equilibrar la necesidad de un crecimiento sostenible con el apoyo a sus concesionarios en estos tiempos de dificultades económicas.
Audi India se ha comprometido a un incremento del 2% en toda su gama de modelos. La corrección de precios del fabricante de automóviles de lujo es una respuesta al aumento de los costes de la cadena de suministro. La empresa subraya la importancia de garantizar la sostenibilidad y rentabilidad de sus concesionarios asociados.
Mercedes-Benz también forma parte de esta oleada de revisiones de precios de fin de año. Aunque no se detallan los pormenores de sus aumentos, están en consonancia con la respuesta del sector al actual panorama económico.
Estas revisiones de precios no son sólo una respuesta a las cargas de los costes, sino que también sirven como impulso estratégico para estimular las ventas. Al anunciar las próximas subidas de precios, los fabricantes animan a los clientes a comprar vehículos a los precios actuales antes de que los aumentos entren en vigor en enero. Este enfoque ayuda a liquidar las existencias más antiguas y a hacer frente a los retos financieros a los que se enfrenta la industria.
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