Por Huw Jones
LONDRES (Reuters) - Los principales bancos de Europa conocerán el viernes cómo les ha ido en sus últimas pruebas de resistencia, que podrían requerir que algunos amplíen capital o se deshagan de activos, con gran parte de la atención en las entidades italianas.
La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), el organismo de control bancario de la Unión Europea, publicará los resultados de los tests de estrés a 48 bancos a las 1700 GMT, en lo que se considera su prueba más dura desde que comenzó el ejercicio en 2009.
Aunque no habrá una nota de aprobado/suspenso, los supervisores determinarán cuánto capital deberían tener las entidades o qué activos de riesgo deberían vender. Además de los bancos italianos, los analistas esperan que el Deutsche Bank (DE:DBKGn), la mayor entidad financiera de Alemania, sea sometido a un estrecho escrutinio después de tres años de pérdidas.
Estos análisis de solvencia se pusieron en marcha para identificar agujeros de capital y evitar rescates estatales como los llevados a cabo durante la crisis financiera.
Esta vez, las pruebas miden la capacidad de los bancos para resistir teóricas turbulencias del mercado, como un aumento en la incertidumbre política en un contexto de caída del crecimiento económico, un Brexit caótico o una venta masiva de bonos públicos e inmuebles.
Los inversores se centrarán en cuánto capital de calidad tienen los bancos, con un umbral mínimo orientativo del 5,5 por ciento en el escenario más "adverso".
Aunque no se espera que ningún banco quede por debajo de ese nivel, aquellos que se considere que están demasiado cerca podrían sufrir la presión del mercado. EUROPA REZAGADA
Los bancos europeos siguen por detrás de sus competidores estadounidenses en cuanto a rentabilidad, calidad de los préstamos y disciplina de costes, y el índice bancario de la región ha perdido más del 20 por ciento este año.
Treinta y tres de los bancos de las pruebas se encuentran en la zona euro, donde el supervisor principal es el Banco Central Europeo, que está evaluando por separado a otros 60 bancos más pequeños. Algunos de ellos están atravesando dificultades, pero sus resultados no serán hechos públicos.
Los resultados podrían incrementar las preocupaciones sobre los bancos de Italia, que han sufrido presiones por una caída en el valor de sus grandes participaciones en deuda italiana. Los resultados de Banco BPM (MI:BAMI) serán observados muy de cerca porque su colchón de capital es inferior al de sus rivales.
Monte dei Paschi (MI:BMPS) fue el que peor parado salió de la última prueba de 2016 y desde entonces ha sido rescatado por Roma. Pero al igual que otras entidades de Grecia y Portugal, no ha sido incluido esta vez.
"No esperaría los resultados extremos que vimos en 2016 cuando Monte dei Paschi fue tan atípico", dijo Daniel Quinten, codirector del departamento del BCE de KPMG en Fráncfort.
La prueba de la EBA de este año incluirá una nueva regla contable que obliga a los bancos a hacer provisiones mucho antes para los préstamos dudosos.
(Información de Huw Jones; Editado por Alexander Smith; Traducido por Blanca Rodríguez)