Lisboa, 23 ago (EFE).- Los ingresos fiscales del Estado cayeron en Portugal un 3,5 % en los primeros siete meses del año en relación al periodo homólogo del 2011, lo que complica su objetivo de reducir el déficit público hasta el 4,5 % del PIB.
Según informó hoy la Dirección General del Presupuesto (DGP), la recaudación procedente de impuestos directos se contrajo un 1,5 % en este período, mientras que la recibida a través de tasas indirectas bajó el 4,5 %, hasta sumar entre las dos categorías 17.778 millones de euros.
La recesión que atraviesa el país -que vive la considerada como peor crisis de su historia reciente- y el fuerte repunte del desempleo, han hecho caer la confianza del consumidor a sus niveles más bajos.
Todo ello se ha reflejado en una notable contracción del consumo, especialmente en la venta de automóviles, inmuebles y combustible, lo que ha perjudicado la recaudación estatal.
De hecho, la caída de los ingresos fiscales se agravó en julio, ya que entre enero y junio se situó en el 3,1 %, cuatro décimas menos que ahora.
Por contra, Portugal logró durante los siete primeros meses de este año reducir su gasto efectivo un 1,7 % más que en el mismo período de 2011, gracias a una rebaja de los gastos de personal superior a lo esperado (16 %) y los intereses.
El déficit para las administraciones públicas en la óptica del programa de asistencia financiera de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) se situó en los 5.622,2 millones de euros.
Portugal, a quien la UE y el FMI prestan 78.000 millones de euros hasta 2013 a cambio de duras medidas de ahorro, tiene como límite para todo el año llegar hasta los 6.409 millones de euros en este apartado.
Portugal cerró 2011 con un déficit público del 4,2 % de su Producto Interior Bruto (PIB) gracias a la transferencia de fondos de pensiones de la banca al Estado, un recurso sin el que se hubiera situado en el 7,7 %, muy superior al que se había comprometido.
En el acuerdo firmado por las autoridades lusas con la UE y el FMI a cambio de su rescate financiero, la meta para este año se establece en el 4,5 %, aunque ya en mayo tanto el Ejecutivo portugués como la troika reconocieron la existencia de "riesgos" que ponían en peligro su cumplimiento.
De hecho, el periódico luso "Jornal de Negócios" apuntaba hoy la posibilidad de que el Gobierno tenga que implementar medidas de austeridad adicionales o negociar con la troika una suavización de sus metas debido a la imposibilidad de compensar el desvío en sus cuentas públicas, citando a fuentes del Ministerio de Finanzas. EFE