Por Henning Gloystein y Vera Eckert
SINGAPUR (Reuters) - Los inversores están cada vez más emocionados por la posibilidad de un crecimiento mucho más rápido en el sector de la energía solar en el sudeste asiático, que hasta ahora ha sido un páramo para las energías renovables.
Dicen que la zona está en la posición perfecta para beneficiarse de la rápida caída de los precios de los paneles solares. Tiene un sólido crecimiento económico, un coste de la electricidad relativamente alto y escasez de fuentes de energía tradicionales, una infraestructura poco desarrollada en zonas remotas, mucho sol y el respaldo a las renovables de muchos de los gobiernos de la región.
"Los costes a la baja de las tecnologías solares implican que empresas y gobiernos eligen a la energía renovable no sólo por motivos medioambientales, sino por motivos económicos", dijo Roberto De Vido, portavoz de Equis, uno de las mayores firmas asiáticas de inversión centradas en la energía con 2.700 millones de dolares en capital comprometido. "Simplemente tiene sentido empresarial. Y es una tendencia que no va a cambiar", dijo.
A finales del pasado año el sudeste asiático ha instalado capacidad solar de sólo algo más de 3 gigavatios (GW), un mero uno por ciento de la capacidad global, según datos de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena).
Steve O’Neil, consejero delegado de la fabricante singapurense de paneles solares REC, dijo que espera crecer en 5 GW de nuevas instalaciones al año entre 2017 y 2020. Eso es el equivalente a construir cinco plantas de combustible fósil cada año.
"La gente no se da cuenta de lo que va a pasar, cuando está en medio de un crecimiento exponencial", dijo O'Neil. "Es algo transformador", añadió.
Algunos fondos europeos miran a la región.
"Los proyectos que se ofrecen en Europa se estancan, así que los inversores europeos miran en esta dirección con gran interés", dijo Armin Sandhoevel, jefe de inversiones de Infraestructuras de Allianz (DE:ALVG) Global Investors, cuyo equipo gestiona 1.600 millones de euros de inversiones en renovables.
"En Asia, puedes recibir rendimientos de doble dígito. Eso es difícil de conseguir en Europa", dijo.
El sudeste asiático tiene una población de más de 600 millones y un crecimiento de la demanda eléctrica del 6 por ciento anual, algo que muchos países pasan apuros para satisfacer.
El potencial de la energía solar se mide por la Irradiación Global Horizontal (GHI), una medida de la intensidad del Sol. Tailandia tiene una GHI que puede producir entre 1.600 y 2.000 kilovatios/hora de energía solar por metro cuadrado (kWh/m2), muy por encima de entre los 1.000 y 1.200 kWh/m2 del líder solar en Europa, Alemania, según el proveedor de datos Solargis.
La región está madura para un 'boom' porque los precios de los paneles solares han bajado por debajo de los 50 centavos por vatio de electricidad, desde los 70 dólares por vatio en 1980, al mejorar la tecnología y la eficiencia de su fabricación.
Al mismo tiempo, los países del sudeste asiático tienen unos ambiciosos objetivos de renovables, desde el 18 por ciento del mix de generación en Tailandia y Malasia hasta el 35 por ciento en Filipinas, desde los ínfimos niveles actuales.
Aunque por supuesto sigue habiendo riesgo para los inversores - entre ellos la volatilidad de las divisas, las dificultades para comprar suelo y la habitual falta de garantías estatales, dijo Sharad Somani, jefe de Energía de Asia/Pacífico en KPMG.
Almacenar la energía solar por la noche también es un obstáculo, pero la tecnología de las baterías mejora rápidamente.
CAPITAL RIESGO
Al confluir los inversores internacionales, los fabricantes de paneles y los potenciales usuarios hay un pequeño pero crecienteo grupo de firmas de capital riesgo, la mayoría con sede en Singapur.
GA Power es una de ellas. Liderada por veteranos alemanes del negocio solar, se centra completamente en la financiación y desarrollo de proyectos solares en el sudeste asiático.
"Hay más dinero que proyectos. Si puedes ofrecer proyectos desarrollados profesionalmente, no tendrás problemas para organizar la financiación", dijo Roland Quast, director general de GA Power, añadiendo que "es inevitable un boom solar en el sudeste asiático" dado que ahora es una fuente competitiva de energía.
Quast dijo que un inversor puede esperar una tasa interna de retorno del 12 por ciento de media en la región. La cifra refleja los rendimientos tras los costes de construcción, instalación y operación de los proyectos.
Somani, de KPMG y asesor del sector de renovables, dijo que Equis y otros fondos levantan capital entre inversores institucionales de Estados Unidos y Europa, entre ellos fondos de pensiones. Equis rechazó dar detalles de las fuentes de su dinero.
ARGUMENTO DEFINITIVO
En la fábrica de paneles de REC en Singapur, una de las mayores del país, mil trabajadores y más de cien robots trabajan todo el día sacando 20 contenedores llenos de paneles cada día que son enviados a clientes extranjeros, cada vez más al sudeste asiático.
"Producimos 14.000 paneles diarios, que van en 20 contenedores 24 horas los siete días de la semana. Nunca paramos", dijo O'Neil a Reuters durante una reciente visita a la factoría.
Fundada en Noruega, con sede en Singapur y propiedad del gigante chino ChemChina, REC vende a todo el mundo, según O'Neil, aunque espera que "el sudeste asiático sea un punto de inflexión".
En 2016 REC creció un 3 por ciento en la región - sin tener en cuenta los enormes mercados de India, China y Australia. Este año espera un crecimiento del 5 por ciento y de entre el 9 y el 10 por ciento al año entre 2018 y 2020.
El negocio es despiadado. La barata producción de paneles solares chinos ha dejado un reguero de empresas quebradas, entre ellas la alemana SolarWorld, que llegó a ser el principal fabricante europeo, y la estadounidense Suniva.
Para sobrevivir, REC dice que necesita seguir mejorando la productividad, automatizando lo más posible y empleando a baratos trabajadores malasios.
"Nuestros paneles son ahora más baratos que una ventana del mismo tamaño", dijo O'Neil.