Londres, 1 ene (.).- Los comercios del Reino Unido afrontarán unos próximos seis meses "particularmente difíciles" ya que los consumidores del país intentarán previsiblemente lidiar con el incremento de los precios limitando sus compras, según indicó este domingo el Consorcio Minorista británica (BRC).
Las ventas solo aumentarán en un 2,3 % durante la primera mitad de 2023, según las predicciones de este organismo, que vaticina que estas deberían repuntar en la segunda mitad de año.
Los minoristas se enfrentarán asimismo a costes más elevados pues el apoyo que actualmente proporciona el Gobierno británico a las empresas para afrontar las facturas de la energía finalizará el próximo marzo.
"La primera mitad de año será probablemente desafiante para los hogares y los comercios minoristas", opinó hoy Kris Hamer, de la BRC.
Según Hamer, "la inflación hará que parezca que las ventas aumentan pero esperamos que una caída en los volúmenes ya que los consumidores continúan gestionando sus gastos".
Durante 2022, muchos consumidores controlaron su gasto ya que los precios subieron de manera notable, impulsados por la guerra en Ucrania, por los precios más altos de la energía y por el efecto de la pandemia.
Estas Navidades han sido las primeras en las que no ha habido restricciones por coronavirus desde 2019 y los consumidores han regresado a las tiendas en las calles comerciales del país.
No obstante, la afluencia de consumidores en los comercios continuó situándose por debajo de los niveles anteriores a la pandemia, en parte debido a las huelgas ferroviarias y a las duras condiciones climáticas.