Bruselas, 20 dic (.).- Los países de la Unión Europea llegaron este jueves a un acuerdo sobre la norma que ha propuesto Bruselas para reforzar la detección, la preparación y la respuesta a los ataques cibernéticos, especialmente los que se lleven a cabo contra servicios e infraestructuras críticas.
Ahora tendrán que llegar a un pacto con el Parlamento Europeo antes de que la ley de la solidaridad cibernética entre en vigor.
El reglamento pide a los Estados miembros que refuercen la protección de los servicios públicos y de infraestructuras críticas como las energéticas, los hospitales o los transportes que cooperen entre sí en la gestión y la respuesta a los ciberataques.
Para ello, la Comisión Europea propuso la creación de un ciberescudo europeo, compuesto por una red de centros de operaciones nacionales y transfronterizos encargados de controlar la seguridad en la UE y compartir la información con los Estados miembros.
Bruselas también planteó el establecimiento de una reserva de ciberseguridad, compuesta por proveedores privados contratados de antemano que puedan ayudar a un Estado miembro, a una institución comunitaria o a una agencia de la UE en caso de que hayan sufrido un ciberataque.
Los gobiernos europeos reforzaron hoy el carácter voluntario de esta reserva y de la cooperación financiera que prevé la normativa.
El acuerdo alcanzado hoy también refuerza el rol de ENISA, la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad.