Bank of America informa de que durante la semana que finalizó el 10 de abril, las empresas estadounidenses con una elevada capitalización bursátil experimentaron la retirada de fondos de inversión más significativa desde diciembre de 2022.
Los inversores mostraron preocupación debido a la continua subida de los precios, que puede posponer la reducción de los tipos de interés. Además, los conflictos políticos internacionales están provocando que los inversores se muestren más cautos en los mercados.
En esa semana, las empresas con una elevada capitalización bursátil en EE.UU. experimentaron una retirada de fondos por valor de 15.800 millones de dólares, lo que supuso una parte de la retirada total de 19.600 millones de dólares del mercado bursátil. El análisis semanal de Bank of America, con datos de EPFR, puso de relieve la preocupación de los inversores por los recientes acontecimientos en los mercados financieros.
La respuesta de los mercados financieros a los datos sobre la inflación provocó un cambio en las expectativas sobre el momento en que la Reserva Federal reducirá los tipos de interés. Los mercados esperan ahora que esto ocurra no antes de septiembre, en lugar de junio, aunque las predicciones siguen siendo inciertas.
Los inversores retiraron fondos de las acciones japonesas por primera vez en más de tres meses. A pesar de estas retiradas, los principales mercados bursátiles de Estados Unidos, Japón y Europa siguen cotizando en sus valores más altos jamás registrados, o cerca de ellos.
El análisis de Bank of America también señalaba un fuerte interés por activos distintos de los bonos, lo que ha aumentado la demanda de materias primas como el oro, que protegen contra la inflación. Los precios del oro se acercan a los niveles más altos de su historia.
El equipo de estrategia de Bank of America mencionó en su comentario que no es habitual que tanto los valores tecnológicos como las materias primas tengan precios altos al mismo tiempo. Esta situación es similar a las condiciones del mercado en 1999 y sugiere un escenario económico sin desaceleración.
El equipo de estrategia también observó que las condiciones económicas actuales son favorables a una inflación continua y a un aumento del coste del dinero prestado hasta que se produzca una recesión económica, lo que entonces llevaría a los inversores a favorecer de nuevo a los bonos.
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