París, 7 feb (.).- Los líderes de los grandes sindicatos franceses han reprochado este martes al presidente francés, Emmanuel Macron, y a su Gobierno su "sordera" ante la oposición de la opinión pública y de los manifestantes en la calle contra su reforma de las pensiones.
"Es una locura democrática hacer oídos sordos" al mundo del trabajo y a la opinión pública, ha denunciado el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT, primer central del país), Laurent Berger, en declaraciones a la prensa al comienzo de la marcha de protesta contra la reforma en París.
Berger ha insistido en que Macron, su Gobierno y el Parlamento "no pueden seguir sordos" cuando "una mayoría de la población" está en contra y los trabajadores que se manifiestan se están mostrando "dignos" en su protesta.
En una línea similar, Philippe Martínez, líder del segundo sindicato francés, la Confederación General del Trabajo (CGT), se ha quejado de que el Ejecutivo haya decidido limitar el debate parlamentario de su proyecto de ley de reforma a dos meses: "es casi un insulto para los que se movilizan".
"No nos podemos contentar con un debate entrecortado (...) si el Gobierno persiste en no querer escuchar habrá que organizar huelgas más duras, más masivas y reconductibles", ha advertido.
El secretario general de la CGT, que se mostró convencido de que las manifestaciones de hoy serán al menos tan numerosas como las de la primera jornada de protestas del 19 de enero, se ha quejado de la actitud de Macron, que ha hecho de la reforma de las pensiones "un asunto personal".
"Un país como Francia no se gobierna haciendo de esto un asunto personal", ha considerado, antes de eludir responder a la pregunta de si un posible endurecimiento de la protesta no puede acabar beneficiando a la extrema derecha de Marine Le Pen.
Para Martínez, si Macron y su Gobierno no escuchan a la calle, eso puede generar más abstención en las próximas elecciones y reforzar la extrema derecha. Pero de eso "sólo será responsable el presidente".
La de hoy es la tercera jornada de huelgas y manifestaciones contra la reforma de las pensiones que pretende, en primer lugar, retrasar la edad mínima de jubilación de los 62 años actualmente a 64, no será la última.
Los sindicatos, que se mantienen unidos contra el proyecto de ley que inició este lunes su tramitación ante el plenario de la Asamblea Nacional (cámara baja), ya han programado nuevas manifestaciones el próximo sábado para que se puedan sumar personas que durante la semana no quieren perder una jornada de trabajo.
El reto entonces será superar las cifras del pasado 31 de enero, cuando la policía contabilizó 1,272 millones de personas, mientras la CGT calculó que hubo 2,8 millones.
(foto) (vídeo)