París, 10 feb (.).- Los sindicatos franceses, que mañana organizan una nueva jornada de manifestaciones en la que esperan sacar otra vez a más de un millon de personas, consideran a Emmanuel Macron el responsable de eventuales desórdenes por hacer oídos sordos a las protestas contra su reforma de las pensiones.
"No somos responsables del desorden", subrayó este viernes el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT, primera central del país), Laurent Berger, en respuesta al llamamiento la pasada noche desde Bruselas del presidente francés, que pidió responsabilidad a los sindicatos.
En una entrevista en la emisora France Info, Berger replicó que él lo que pide es "responsabilidad al Gobierno", al que le reprochó "una forma de menosprecio" porque no está dando respuesta a la movilización, que se ha traducido en tres jornadas de protestas organizadas desde el 31 de enero, en las que señaló que cada día se superó el millón de personas en la calle.
"El Gobierno -subrayó- no puede hacer oídos sordos a eso", sobre todo cuando esas marchas se han desarrollado "respetando los bienes y a las personas".
Hizo notar que esas manifestaciones sindicales que se han desarrollado desde comienzos de año son las más importantes en Francia desde los años 90 y han sido "sorprendentes" por su dimensión geográfica, ya que se han extendido por todo el país, incluso en pequeñas ciudades.
Para el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT, segundo sindicato en Francia), Philippe Martínez, "hacen falta más huelgas reconductibles", es decir, que se sucedan día tras día para poner más presión sobre el Ejecutivo.
En otra entrevista en la emisora Europe 1, Martínez, que defiende una estrategia diferente a la de Berger, con paros duros, repitió el argumento de que teniendo en cuenta que Macron no atiende a las reclamaciones de los manifestantes, "él es el responsable si hay más huelgas", que a su juicio serán necesarias.
Los sindicatos se reunirán el sábado para diseñar su estrategia en las próximas semanas. Ya han anunciado otra jornada de huelgas y manifestaciones el 16 de febrero y se da por hecho que añadirán otras fechas en marzo, probablemente el 7 y el 8 de ese mes, una vez que hayan terminado las vacaciones escolares de invierno.
Desde el Gobierno, su portavoz, Olivier Véran, afirmó en el canal BFMTV que no están "sordos" a los reproches a su reforma, y que han sido "capaces de evolucionar", en referencia a algunos cambios que han introducido respecto a su plan inicial de reforma.
El punto principal de esa reforma, que se está debatiendo en el Parlamento, y al que se oponen de forma unánime todos los sindicatos así como la izquierda y la extrema derecha, es el retraso de la edad mínima de jubilación de los 62 años actualmente, a 64.
Además, también se pretende acelerar el paso de 42 a 43 años de cotización necesarios para tener una jubilación completa, que ya estaba programada en la última reforma que se llevó a cabo durante el mandato del anterior presidente, el socialista François Hollande (2012-2017).