Por Jon Nazca
CÁDIZ, España, 24 nov (Reuters) - Los trabajadores del sector metalúrgico en huelga cerca de la ciudad de Cádiz, en el sur de España, se enfrentaron a la policía el miércoles después de que el paro masivo de decenas de miles de empleados entrara en su segunda semana.
Las imágenes de televisión mostraron a la policía con equipación de antidisturbios disparando bolas de goma mientras los manifestantes lanzaban piedras, incluso con hondas, desde detrás de contenedores de basura en llamas.
Un portavoz de la policía local dijo el miércoles por la tarde que no se habían producido incidentes graves y que el orden se había restablecido.
La huelga comenzó el 16 de noviembre, después de que los sindicatos y la asociación FEMCA, que agrupa a 700 empresas metalúrgicas locales, no llegaran a un nuevo convenio colectivo.
Desde entonces, los trabajadores han realizado piquetes y cortado el acceso a la principal zona industrial de Cádiz con hogueras y bloqueos.
Aunque las multinacionales de la zona, como Airbus (PA:AIR), la filial de ACS (MC:ACS) Dragados Offshore, y el constructor naval Navantia, no participan en la huelga, sus operaciones se han visto interrumpidas.
Un portavoz de Airbus dijo que, desde que comenzó la huelga, los trabajadores del Puerto de Santa María no habían podido pasar los piquetes, y sólo pudieron entrar el miércoles con ayuda de la policía.
La policía y los sindicatos dicen que las manifestaciones han sido en su mayoría pacíficas, pero que en ocasiones se han vuelto violentas. Dos personas han sido detenidas desde que comenzaron las huelgas.
Las relaciones laborales son tensas desde hace tiempo en la histórica ciudad portuaria de la costa atlántica española, que sufre una de las tasas de desempleo más altas del país, a pesar de albergar un importante centro industrial y varias atracciones turísticas.
Con la inflación más alta en casi tres décadas, los sindicatos quieren que los aumentos salariales se vinculen al índice de precios del consumo para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo.
Han solicitado una subida salarial del 2% este año, seguida de aumentos del 2,5% en 2022 y del 3% en 2023, una propuesta que FEMCA calificó de poco realistas.
Ambas partes han intercambiado acusaciones de inflexibilidad en las negociaciones posteriores.
Antes de iniciar la última ronda de conversaciones el miércoles, Antonio Montoro, secretario general del sindicato UGT en Cádiz, dijo que se mantendría en la mesa de negociación el tiempo necesario y pidió a los representantes empresariales que actuaran con responsabilidad.
"Lo que tenemos que ver es la actitud de la patronal, le pedimos responsabilidad puesto que la situación es cada vez más tensa y la situación cada vez resulta más complicada incluso para nosotros llegar a un acuerdo", dijo
(Información adicional y redacción de Nathan Allen; edición de Andrei Khalip y Jan Harvey, traducido por José Muñoz en la redacción de Gdansk)