Brasilia, 18 sep (.).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sancionó este miércoles una ley que establece nuevos parámetros para el sector de turismo y afirmó que esa actividad crecerá más en la medida en que el país acabe con el hambre y la pobreza.
"Nadie quiere hacer turismo en ciudades con mucha gente pobre y pasando hambre", declaró Lula en la ceremonia de sanción, en la que volvió a defender el papel del Estado como inductor de todas las actividades económicas.
Según el mandatario, Brasil es "un país generoso, con un vasto territorio, con cinco biomas, con playas maravillosas, una culinaria atractiva y gente cualificada", pero aclaró que "no basta con tener playas si no hay atractivos con condiciones adecuadas" y "precios competitivos" para que "las personas quieran viajar".
Citó también la fama de "peligrosas" que tienen algunas ciudades del país, como Río de Janeiro, y reconoció que también es papel del Estado "crear las condiciones para que las personas viajen y no se expongan" a riesgos.
En ese marco, aseguró que la inversión del Estado en la promoción social será "uno de los mejores legados" que dejará su Gobierno, ya que apunta a "convertir a los más pobres en consumidores".
La nueva Ley General del Turismo incluye medidas que reducirán la burocracia para la creación de empresas en ese sector y promoverán la inversión pública y privada en proyectos sustentables, así como establecer nuevos mecanismos para la difusión del país como destino.
También fomentará el uso de combustibles limpios en la aviación regional, sobre todo en vuelos hacia destinos de turismo ecológico en la región amazónica.
Otra novedad es que se permitirá que pequeños productores rurales se inscriban como operadores turísticos y promuevan visitas a sus instalaciones, con una visión sustentable de sus actividades.
Según datos oficiales, Brasil recibió entre enero y julio unos cuatro millones de turistas extranjeros, lo que supone un 10,4 % más que en el mismo período de 2023, cuando durante todo el año habían sido unos seis millones.
Pero el gran motor del sector es el turismo interno, que durante todo el año pasado movilizó por el país a 21 millones de personas.
De acuerdo al Gobierno, el turismo inyectó a la economía en 2023 cerca de 45.000 millones de reales (8.300 millones de dólares o 7.500 millones de euros).
En el marco del acto en que fue sancionada la nueva ley, también fue firmado un acuerdo entre el Gobierno y ONU Turismo, mediante el cual esa agencia de las Naciones Unidas instalará una oficina en Río de Janeiro, que así como promoverá propio al país, difundirá entre los brasileños la oferta de toda América Latina y el Caribe.