Por Carjuan Cruz
Investing.com - Un lunes rojo marca el inicio de semana en Wall Street, con ventas masivas que huyen del riesgo y reflejan un mercado aterrado ante la decisión de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos de este miércoles.
El S&P 500 se desploma más de un 20% desde su récord de enero y cae en terreno bajista. Los rendimientos del Tesoro suben a máximos de varios años, con el rendimiento del bono a 2 años subiendo 17 puntos básicos a 3.20%, un nivel no visto desde 2007. El dólar se fortalece.
Y es que las expectativas apuntan ahora a que la Fed subirá las tasas de interés en 50 puntos base, tanto en la reunión de este miércoles, como en la próxima de julio, y aleja la posibilidad de que los aumentos disminuyan para septiembre. De hecho, se estima que ahora sea posible una subida mayor de hasta 75 puntos para esa reunión.
Una inflación que sigue sin ceder, impide pausas por parte del banco central estadounidense, y las restricciones de liquidez intensifican la venta de acciones y bonos. En efecto, se trataría de una dura medida, que ajustaría los intereses como no se había visto desde hace 18 años.
No es sorpresa que la tendencia en los principales índices bursátiles reflejan “venta fuerte”, con el Dow Jones cayendo casi 697 puntos o 2.22%, y el Nasdaq reflejando un duro retroceso de 3.82% o 433 puntos.
La mayor probabilidad de que la Fed intensifique la política restrictiva disminuye la posibilidad de un aterrizaje suave, aplacando la inflación sin provocar una contracción económica. Por lo que ahora, la posibilidad de una recesión sigue en aumento.