Praga, 19 sep (.).- Eslovaquia ha recibido como una ducha de agua fría las consultas planteadas por Ucrania a la Organización Mundial del Comercio (OMC) -que Bratislava interpreta como denuncia- sobre los vetos unilaterales de este país -así como de Polonia y Hungría- a la entrada de cereales ucranianos.
"La denuncia ha sido para mí una sorpresa desagradable. Tenemos comprensión con Ucrania, pero debemos defender también los intereses de nuestros agricultores", declaró este martes al diario Právda el presidente de la Cámara Agrícola y Alimentaria, Emil Macho.
La OMC confirmó el lunes que Ucrania solicitó consultas relacionadas con las prohibiciones anunciadas por Polonia, Hungría y Eslovaquia para impedir que los productos agrícolas ucranianos se queden en sus mercados cuando pasan por ellos en dirección a terceros países.
"Estoy decepcionado por esta reacción de Ucrania a nuestra prohibición unilateral. Tengo la sensación de que Eslovaquia ha proporcionado a Ucrania suficiente apoyo de todo lo imprescindible que un Estado amenazado necesita", añadió Macho en referencia a la fuerte ayuda, de armamento y humanitaria, que los eslovacos han prestado hasta ahora al país invadido y atacado por Rusia.
Además, el experto eslovaco comentó que la previsible entrada de Ucrania en la Unión Europea (UE) supondrá un cambio importante para "la situación de los agricultores" en los socios comunitarios, ya que al mercado interior comunitario accederá "el granero del mundo".
"El trigo era lo último en lo que éramos competitivos, y ahora nos encontramos bajo mucha presión", lamentó también el presidente.
Tras la cosecha de este año, el precio de la tonelada de trigo ha bajado en Eslovaquia un 57 %, al pasar de 350 euros el año pasado a 150 euros ahora, y además ha quedado mucho trigo sin vender en los silos del país centroeuropeo.
Tras el hundimiento de los precios, Macho auguró que, además, Eslovaquia perderá sus tradicionales mercados de exportación, como son Alemania, Italia, Austria, España y Polonia.