París, 6 nov (EFE).- El fabricante francés Dassault desmintió hoy
que ha rebajado, a instancias del Gobierno, un 40% el precio de su
"Rafale" en la negociación que mantiene con Brasil para venderle
este avión de combate, que tiene que competir con el "F-18"
estadounidense y con el "Gripen" sueco.
Dassault salió al paso de un artículo del diario francés
Libération, y así un portavoz de la compañía dijo que esas
informaciones "son falsas" y que la empresa "no acostumbra a
negociar en público", para atajar otras preguntas sobre la marcha de
las conversaciones con Brasil o cuál es el nivel de precios con el
que se trabaja.
Libération, por su parte, indicó que Dassault ha procedido a
recortar sus ambiciones para el "Rafale" respecto a los 98 millones
de euros cada unidad, que supuestamente había planteado al inicio de
las conversaciones.
Este esfuerzo tarifario habría sido resultado de la presión sobre
el fabricante por parte del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que
en su visita a Brasil el pasado 7 de septiembre se habría
comprometido ante las autoridades brasileñas a ofrecer un precio
equivalente al que paga por los cazas el Ejército francés (unos 50
millones de euros cada uno), el único que dispone hasta ahora de
estos aviones.
Libération indicó además que la disminución de la factura podría
ser insuficiente para que Francia ganara la partida.
Según una fuente no identificada citada por el diario, "Dassault
apuesta por una elección política de Brasil (en tanto que aliado de
Francia) en favor del 'Rafale' para no bajar su precio tanto como
París querría".
Las autoridades gubernamentales francesas, por su parte, se
decantan por un precio muy bajo que permita cerrar la operación y
lanzar así otras posibles ventas de este avión cuyo recorrido
comercial hasta ahora ha sido decepcionante.
A comienzos de octubre, las tres empresas que compiten en la
licitación brasileña presentaron sus propuestas al Gobierno para la
venta de 36 cazas, lo que incluía la transferencia de tecnología al
país suramericano y, en algunos casos, el compromiso de compra de
aviones brasileños. EFE