Berlín, 20 sep (EFE).- La canciller alemana, Angela Merkel, se pronunció hoy en contra de imponer una nueva tasa a las grandes fortunas como fórmula para paliar la creciente brecha social entre ricos y pobres revelada en un informe elaborado por encargo de su Gobierno.
"No soy partidaria de gravar los patrimonios", apuntó la canciller, en declaraciones a la cadena de televisión privada Sat1, con el argumento de que tal medida ahuyentará del país no sólo a las grandes fortunas, sino también a la mediana empresa.
"Algunos de esos empresarios podrían verse afectados, incluso podrían dejar el país. Lo que no quiero en absoluto", apuntó Merkel.
La posibilidad de gravar a los grandes patrimonios, una opción que hasta ahora defendía principalmente a la oposición, divide ahora a la coalición de centro-derecha de la canciller.
La ministra de Trabajo, Ursula von der Leyen, de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside Merkel, impulsa esta fórmula, amparada en un reciente informe realizado por encargo de su departamento y que revela las crecientes desigualdades sociales entre la población alemana.
Su colega de Economía, el liberal Philipp Rösler, se opone tanto en contra de una nueva tasa, como de la introducción de un complemento a las jubilaciones, como asimismo propone von der Leyen, a aplicar aquellos rentistas que queden por debajo de los 850 euros y garantizar así esa pensión mínima.
El detonante de la discusión acerca de la introducción de una tasa a las grandes fortunas fue un informe, filtrado esta semana por el diario "Süddeutsche Zeitung", según el cual los alemanes ricos duplicaron su patrimonio en las últimas dos décadas hasta situarse en los actuales 10 billones de euros.
Paralelamente al progresivo enriquecimiento de las clases más adineradas refleja ese estudio -denominado Pobreza y Riqueza en Alemania- un incremento de la precariedad laboral y la pobreza, apunta ese rotativo muniqués.
Se estima que alrededor del 10 % de los alemanes poseen más de la mitad del conjunto de bienes patrimoniales privados del país.
El estudio muestra, asimismo, un progresivo enriquecimiento patrimonial privado y, en paralelo, un empobrecimiento del Estado.
Desde principios de 1992, los bienes patrimoniales privados subieron de 4,6 billones de euros a 10 billones de euros, mientras que el patrimonio del Estado descendió en 800.000 millones de euros.
El estudio refleja además un creciente desnivel salarial entre los trabajadores, así como un incremento de los empleados que perciben sueldos mínimos o que trabajan en régimen de jornada reducida.
Se estima que unos siete millones de alemanes trabajan en régimen de mini-empleos y que incluso un 40 % de los trabajadores que lo hacen a jornada completa ha visto reducido su poder adquisitivo real, como consecuencia de la llamada "progresión fría", que hace que un aumento salarial terminé engullido por la inflación, sumada a un cambio de tarifa fiscal.
El informe fue presentado por el departamento de Von der Leyen y se espera entre en proceso de discusión a escala del gabinete en las próximas semanas.
Merkel, en sus declaraciones al citado canal, apunta que es prematuro sacar conclusiones o plantear medidas a adoptar en tanto no se haya discutido en profundidad dentro de su Ejecutivo. EFE