Ángel Gómez
Nueva York, 13 jun (EFE).- Wall Street estuvo hoy muy movido por la sorpresiva noticia de que el gigante tecnológico Microsoft (NASDAQ:MSFT) se hará con la red LinkedIn (NYSE:LNKD), una operación que, sin embargo, implicó cierto castigo bursátil a la firma creada por Bill Gates.
Microsoft, la segunda compañía en capitalización bursátil dentro del grupo del Dow Jones, después de Apple (NASDAQ:AAPL), bajó hoy un 2,60 % y sus títulos quedaron con un precio parecido a los niveles que tenía en mayo pasado, antes de que iniciara una progresiva recuperación.
Esta caída contagió a otras firmas tecnológicas, como Apple, que perdió un 1,51 %, y generó que el índice compuesto del mercado Nasdaq, en el que se concentran las principales firmas del sector, terminara con un descenso del 0,94 %.
El Dow Jones de Industriales, el principal indicador, se resintió menos, y bajó un 0,74 %, en un nuevo retroceso que genera sombras sobre la progresiva recuperación del mercado que estaba habiendo desde mediados de mayo.
La operación de Microsoft para comprar LinkedIn, que implica un desembolso de unos 26.200 millones de dólares, fue recibida con distinto ánimo en Wall Street, entre otras razones porque Microsoft anunció que recurrirá a deuda para hacer la compra.
De momento, la agencia calificadora Moody's anunció que ha colocado en revisión hacia la baja el grado de AAA que tiene la firma de Seattle, la máxima, mientras que otra calificadora, S&P, no ve tantos riesgos y decidió mantenerla.
La beneficiada, como era de esperar, ha sido LinkedIn, que terminó hoy con un alza del 46,64 %, hasta los 192,21 dólares el titulo, cerca de lo que ha ofrecido Microsoft pero por debajo de los 229 dólares que tenía el 5 de enero pasado, el máximo anual.
Al margen del efecto Microsoft, el nuevo retroceso en el precio del crudo, el tercero consecutivo, también tuvo su efecto en el parqué neoyorquino.
La de hoy fue una sesión movida, con gran volatilidad y señales de ansiedad, tanto que el índice que mide fríamente los temores del mercado alcanzó niveles que no se veían desde marzo.
La próxima votación en el Reino Unido sobre su permanencia en la Unión Europea y la poca claridad acerca de lo que hará la Reserva Federal (Fed) sobre las tasas de interés en su reunión de este mes son elementos que siembran dudas en el mercado.
Y eso que el miércoles pasado el índice selectivo S&P 500, el preferido por muchos operadores, estuvo cerca de alcanzar un nuevo récord, aunque después comenzó a desinflarse el entusiasmo y se ha perdido parte del impulso.