Los estrategas de Morgan Stanley sugieren a los inversores que se centren en inversiones protectoras y de alta calidad, en lugar de las basadas en el crecimiento de las empresas, debido a las preocupaciones sobre el futuro de la economía.
Los estrategas han observado un descenso considerable del gasto de los consumidores, un elemento que ha sido un fuerte motor de la expansión económica en el pasado.
La empresa destacó que si el gasto de los hogares disminuye más de lo previsto actualmente, puede ser indicio de retos económicos más amplios. Esta preocupación se ve intensificada por la inconsistencia de los indicadores económicos, con los mercados de empleo recibiendo especial atención.
El informe de empleo de la semana pasada, que mostró una creación de empleo inferior a la prevista, ha contribuido a la opinión de que las tendencias del empleo se están debilitando.
"En conjunto, los indicadores económicos sugieren que estamos experimentando una ralentización en las últimas fases del ciclo económico", declararon los economistas.
"Por el contrario, los indicadores específicos de las empresas han sido menos estables y están señalando una disminución más notable del crecimiento, especialmente en los servicios centrados en el consumidor, donde se ha producido recientemente un giro negativo en las previsiones de beneficios".
Esta tendencia es clara en sectores como las líneas aéreas, los establecimientos de restauración, las empresas de alojamiento, las compañías automovilísticas y las empresas de tarjetas de crédito, lo que indica que la reducción de la actividad económica es amplia y no se limita a áreas concretas. Incluso los productores de bienes de gama alta han informado de una caída de la demanda en el mercado estadounidense.
Además, las encuestas económicas predictivas, como el PMI no manufacturero del ISM y los índices que miden la confianza de los consumidores, han mostrado una tendencia a la baja. La encuesta ISM, y en particular su sección de nuevos pedidos, ha indicado debilidad, lo que hace temer por la posible actividad económica en el futuro.
Los estudios sobre la confianza de los consumidores, incluidos los realizados por la Universidad de Michigan y el Conference Board, también han mostrado un descenso, sobre todo en la parte de la encuesta que evalúa las condiciones económicas actuales, que suele permanecer estable durante las incertidumbres económicas.
Otra cuestión que afecta a los precios de las acciones son las altísimas valoraciones, que se encuentran entre las más altas de las dos últimas décadas.
Morgan Stanley ha observado que la amplitud de los cambios en las previsiones de beneficios pasó a ser negativa el mes pasado, y que el anterior descenso de este tipo se produjo entre julio y octubre de 2023, un periodo en el que las relaciones precio-beneficios del mercado disminuyeron sustancialmente. En la actualidad, la relación precio/beneficios ha caído de 22 veces a 20 veces, y la continuación de la tendencia a la baja en las previsiones de beneficios podría empujar las valoraciones aún más a la baja.
"Teniendo en cuenta que nuestro objetivo fundamental a 12 meses para la relación precio/beneficios es de 19 veces, el potencial de ganancias frente a pérdidas del mercado bursátil en su conjunto sigue siendo poco atractivo", comentaron los estrategas.
"Por debajo de las tendencias generales del mercado, seguimos aconsejando a los inversores que prefieran las inversiones de alta calidad y de protección a las centradas en el crecimiento de las empresas", añadieron.
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