París, 9 jun (EFE).- Suprimir las subvenciones a la compra de
carburantes en el mundo permitiría reducir en un 10% las emisiones
causantes del calentamiento climático en el horizonte de 2050,
debido a un uso más eficiente de la energía, según la Agencia
Internacional de la Energía (AIE).
Además, sería un comportamiento "lógico en un contexto económico
en el que los gobiernos se esfuerzan en reducir el déficit
presupuestario por la crisis económica y financiera", destacó hoy la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en
un comunicado.
Las subvenciones a los combustibles fósiles son "un derroche de
recursos presupuestarios limitados", denunció el secretario general
de la OCDE, Ángel Gurría, que afirmó que esos subsidios alientan las
emisiones de gases de efecto invernadero y están en contradicción
con la promoción de energías limpias.
La organización recordó que el G-20 en su cumbre de septiembre de
2009 en Estados Unidos se había marcado como objetivo "eliminar
progresivamente y racionalizar a medio plazo las subvenciones
ineficaces a los combustibles fósiles que alientan el consumo
excesivo".
De acuerdo con las cifras presentadas por la AIE el pasado fin de
semana en la reunión de ministros de Finanzas del G-20, esos
subsidios representaron 557.000 millones de dólares en los países
emergentes y en desarrollo.
Unos de los principales beneficiarios de esos dispositivos son
los productores de energías fósiles (petróleo, gas y carbón), que
según algunas evaluaciones citadas por la OCDE pueden recibir
100.000 millones de euros al año.
En los 31 países de lo que se conoce como el "Club de los países
desarrollados", las ayudas a los agricultores y a los pescadores
para la adquisición de combustible para sus actividades respectivas
representan en torno a 8.000 millones de dólares y 1.100 millones
respectivamente en ventajas fiscales. EFE