Por Rania El Gamal y Aziz El Yaakoubi
DUBÁI, 16 sep (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apuntó el lunes a Irán como posible responsable del ataque a la infraestructura petrolera de Arabia Saudí que generó temores de un nuevo conflicto en Oriente Próximo, pero agregó que no quiere una guerra con ningún país.
El movimiento hutí, alineado con Irán y que controla la capital de Yemen, reivindicó la autoría del ataque, que dañó la mayor planta procesadora de crudo del mundo.
Varios funcionarios estadounidenses, entre ellos el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el de Energía, Rick Perry, culparon a Teherán por el ataque. La república islámica rechazó la acusación y dijo que el país está preparado para una "guerra en toda regla".
El presidente iraní, Hassan Rouhani, dijo que el ataque es responsabilidad de "yemeníes" que se vengaron por las agresiones de una coalición liderada por Riad.
Al ser consultado por un periodista en la Casa Blanca sobre si Irán estaba detrás de los hechos, Trump dijo: "Ciertamente es lo que parece en este momento. En cuanto hagamos algún descubrimiento definitivo se los haremos saber, pero eso es lo que parece por ahora".
Los ataques afectaron el 5% de la producción mundial de petróleo.
Dos fuentes con conocimiento sobre las actividades de la compañía petrolera estatal Aramco dijeron a Reuters que la producción petrolera saudí podría tardar meses en volver a la normalidad. Estimaciones anteriores habían sugerido que podría llevar semanas.
"Tenemos muchas opciones, pero no estoy buscando opciones en este momento, queremos descubrir quién hizo esto. Estamos tratando con Arabia Saudí, con el príncipe heredero y otros de sus vecinos (...) Veremos qué pasa", dijo Trump. "Soy alguien a quien no le gustaría tener una guerra (...) No quiero una guerra con nadie, pero estamos más preparados que cualquiera".
Los precios del petróleo subieron hasta casi 20% y el Brent marcó su mayor alza porcentual intradía en más de tres décadas, después del ataque de los hutíes a las instalaciones saudíes. (Full Story)
El repunte se suavizó después de que Trump anunció que podría liberar reservas de emergencia de Estados Unidos y de que productores de todo el mundo dijeron que había suficientes reservas almacenadas para compensar el déficit saudí. (Full Story) (Full Story)
Arabia Saudí dijo que los ataques se llevaron a cabo con armas iraníes y agregó que es capaz de responder con fuerza. También instó a expertos de la ONU a ayudar a investigar lo ocurrido.
En declaraciones que reflejan las sospechas saudíes de que Teherán es responsable, el príncipe heredero Mohammed bin Salman dijo que las amenazas iraníes no se dirigían solo contra el reino, sino también contra Oriente Próximo y el resto del mundo.
Si bien el príncipe no acusó directamente a la república islámica, un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores lo citó pidiendo a la comunidad internacional que condene a los responsables del ataque. "El reino es capaz de defender su tierra y su gente y responder con fuerza a esos ataques", agregó el comunicado.
El Secretario de Energía de Estados Unidos, Rick Perry, culpó directamente a Irán por "un ataque contra la economía mundial y el mercado energético global".
"Estados Unidos condena enérgicamente el ataque de Irán contra Arabia Saudí y hacemos un llamamiento a otras naciones para que hagan lo mismo", dijo en un discurso en la conferencia general del Organismo Internacional de Energía Atómica. Perry añadió que confiaba en la resistencia de un mercado de petróleo que "responderá positivamente". (Full Story)
Aunque Irán ha rechazado su responsabilidad en los ataques, sus aliados yemeníes han prometido más atentados en el futuro. El portavoz militar hutí, Yahya Sarea, dijo que el grupo llevó a cabo el ataque del sábado antes del amanecer con drones, incluyendo algunos propulsados por motores a reacción.
"Aseguramos al régimen saudí que nuestro largo brazo puede llegar a cualquier lugar que queramos y en el momento que queramos", dijo Sarea. "Advertimos a las empresas y a los extranjeros que no deben estar cerca de las plantas que atacamos porque aún están en nuestra mira y pueden ser atacadas en cualquier momento".
Arabia Saudí e Irán han sido enemigos durante décadas y están luchando una serie de guerras indirectas, incluyendo en Yemen, donde las fuerzas saudíes han combatido contra los hutíes durante cuatro años.
La tensión en la región petrolera del Golfo ha aumentado drásticamente este año desde de que Trump impusiera severas sanciones estadounidenses a Irán con el objetivo de paralizar por completo sus exportaciones de petróleo.
La gigantesca instalación saudí que fue atacada el sábado refina de impurezas el petróleo crudo, un paso necesario antes de que este pueda ser exportado a las refinerías. El ataque redujo la producción saudí en 5,7 millones de barriles diarios, casi a la mitad.
Arabia Saudí no sólo es el mayor exportador de petróleo del mundo, sino que es el único país con capacidad de estabilizar el mercado al poder incrementar o disminuir su producción en millones de barriles al día.
Grandes potencias como Estados Unidos y China tienen reservas diseñadas para gestionar incluso un recorte importante de producción en el corto plazo. Pero una interrupción prolongada provocaría oscilaciones en los mercados que a su vez podrían desestabilizar la economía mundial.
Rusia y una fuente de la OPEP dijeron el lunes que no había necesidad de una reunión extraordinaria de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, un grupo conocido como OPEC+ que ha orquestado un acuerdo para reducir la oferta.
(Información de Ghaida Ghantous, Rania El Gamal, Aziz El Yaakoubi, Asma El Sharif, Saed Azhar Hadeel Al Sayegh y la redacción de Dubái; Karin Strohecker y Dmitry Zhdannikov en Londres, Michael Martina en Pekín, Vladimir Soldatkin en Moscú, Roberta Rampton y Arshad Mohammed en Washington; escrito por Peter Graff; traducción de Jose Elías Rodríguez. Editado por Ricardo Figueroa y Javier Leira)