Gonzalo Sánchez
Venecia (Italia), 9 mar (.).- Un gigante del mar se alza varado en los astilleros de Venecia, en sus últimos meses de construcción. Se trata de "Prima", el crucero que encabezará la nueva flota de Norwegian (OL:NAS) y que, según prometen en la naviera, empezará a surcar los mares el próximo verano.
La nave es la primera de una flota con un total de seis cuya construcción correrá a cargo del coloso público italiano Fincantieri y el resto de barcos irán llegando de aquí a 2027.
La entrega de "Prima" está prevista para el próximo mes de agosto, mientras que un segundo crucero, bautizado como "Viva", estará listo para el verano de 2023, indican desde la compañía estadounidense.
La nueva flota empezará a hacerse realidad este verano, cuando "Prima" ponga rumbo al norte de Europa, aunque de momento se encuentra atracado en dique seco en Porto Marghera, en los históricos astilleros venecianos.
Ha sido montado como si fueran "piezas de Lego" durante un total de veintisiete meses y, aunque su estructura está completa y su casco ya luce decorado con las ondas azules del artista italiano Manuel Di Rita "Peeta", su interior todavía sigue en obras.
El barco, imponente desde fuera en estos astilleros de la tierra firme veneciana, es en su interior como un laberinto con 3.000 kilómetros de cables, tubos a la vista y olor a pintura poblado por más de trescientos operarios que se afanan en completarlo.
"El barco está a punto de ser entregado", aseguró en un evento de presentación el director de la división de cruceros de Fincantieri, Claudio Cisilino.
El resultado será un coloso de 142.500 toneladas con capacidad para 3.250 pasajeros con un rasgo distintivo al resto de los barcos de Norwegian Cruise Line (NCL): más exclusividad, al contar con novedosos servicios de entretenimiento y gastronomía y más tripulación a su servicio.
"Los pasajeros tendrán más espacio para disfrutar y un mayor número de tripulación para ofrecer servicios", explicó por su parte el responsable de Marketing de NCL, David Herrera, en alusión a los camarotes, piscinas infinitas y bulevares ideados para el barco.
Porque la tendencia del mercado de los cruceros es "ir hacer barcos más premium", según indicó el presidente y consejero delegado de NCL, Harry Sommer.
Por esa razón apostó por prestar "una atención meticulosa al diseño" y los detalles de las nuevas naves, máxime tras dos años de una pandemia que ha interrumpido la era de expansión del mercado crucerístico mundial.
No obstante ahora hay otro nubarrón en el horizonte de este sector, la guerra en Ucrania a causa de su invasión por parte de Rusia, y las sanciones y cierres que parte importante de la comunidad internacional ha impuesto al régimen de Vladimir Putin.
Sommer sostuvo que NCL fue la primera naviera en suspender el puerto ruso de San Petersburgo, enmarcado en su itinerario por el Báltico, y que están buscando otro atraque para reemplazarlo, y además han vetado los productos rusos a bordo.
Pero el cierre del espacio aéreo a compañías rusas permite prever el aluvión de cancelaciones de pasajeros de ese país, aunque para NCL es "un pequeño inconveniente" al representar menos del 1 % de su negocio, indicó el consejero delegado.
En cualquier caso NCL, dentro de una sociedad de cartera junto a Oceania Cruises y Regent Seven Seas Cruises, sumará el "Prima" a una flota de diecisiete naves que irá incrementándose hasta 2027, cuando reciba la última de esta nueva línea dirigida a "agasajar al cliente".
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