Washington, 4 sep (EFE).- El presidente estadounidense, Barack Obama, despegó hoy en el Air Force One con rumbo a Estocolmo (Suecia), donde comenzará una gira de 3 días que le llevará a reunirse con sus socios del G20 en Rusia en plena crisis sobre el uso de la fuerza en Siria.
El presidente partió desde la Base Aérea de Andrews acompañado de los miembros de su equipo, entre ellos su asesora de Seguridad Nacional, Susan Rice, parte del equipo que lleva analizando durante días la intervención militar contra el régimen sirio de Bachar al Asad por supuestamente haber usado armas químicas a gran escala.
Ese ataque, que la Casa Blanca dice que será "limitado" y para el que ha pedido la autorización del Congreso, marcará la agenda del viaje, que le llevará a coincidir en San Petersburgo con el presidente ruso, Vladimir Putin, opuesto a una acción militar contra su aliado en Damasco.
Obama permanecerá de visita oficial en Suecia el miércoles y jueves antes de viajar a Rusia para asistir a la cumbre del G20 en San Petersburgo, que se celebra los días 5 y 6 de este mes.
El mandatario estadounidense celebrará varias reuniones bilaterales con otros líderes durante la cumbre del G20, aunque la Casa Blanca no ha revelado con quiénes, y se da por hecho que estarán dominadas por el asunto de Siria.
Obama ya ha mantenido frecuentes contactos con sus aliados europeos, árabes y asiáticos con respecto a Siria.
Pese al protagonismo de la crisis siria, la reunión de líderes del G20 (el grupo de las economías ricas y emergentes) seguirá centrada en la necesidad de consolidar la salida de la crisis económica global, especialmente ahora que los mercados emergentes comienzan a perder el brío de años anteriores.
Evitar el desigual crecimiento será una de las prioridades para la que se podría seguir incidiendo en la necesidad de reducir barreras al comercio, evitar excesivas intervenciones monetarias, luchar contra el cambio climático y hacer el crecimiento más inclusivo en economías emergentes.
Asimismo, se seguirá debatiendo el cambio en el reparto de poder en el Fondo Monetario Internacional (FMI) o sobre la implementación de las nuevas normas bancarias para evitar nuevas crisis financieras.
A finales de agosto, Putin subrayó que durante la cumbre del G20 deberán tomarse importantes decisiones en el ámbito de las inversiones y la regulación de las finanzas mundiales.
Pese a todo, el abismo cada vez mayor entre Obama y Putin podría desviar la atención de los desafíos a los que se enfrenta este foro. EFE
El presidente partió desde la Base Aérea de Andrews acompañado de los miembros de su equipo, entre ellos su asesora de Seguridad Nacional, Susan Rice, parte del equipo que lleva analizando durante días la intervención militar contra el régimen sirio de Bachar al Asad por supuestamente haber usado armas químicas a gran escala.
Ese ataque, que la Casa Blanca dice que será "limitado" y para el que ha pedido la autorización del Congreso, marcará la agenda del viaje, que le llevará a coincidir en San Petersburgo con el presidente ruso, Vladimir Putin, opuesto a una acción militar contra su aliado en Damasco.
Obama permanecerá de visita oficial en Suecia el miércoles y jueves antes de viajar a Rusia para asistir a la cumbre del G20 en San Petersburgo, que se celebra los días 5 y 6 de este mes.
El mandatario estadounidense celebrará varias reuniones bilaterales con otros líderes durante la cumbre del G20, aunque la Casa Blanca no ha revelado con quiénes, y se da por hecho que estarán dominadas por el asunto de Siria.
Obama ya ha mantenido frecuentes contactos con sus aliados europeos, árabes y asiáticos con respecto a Siria.
Pese al protagonismo de la crisis siria, la reunión de líderes del G20 (el grupo de las economías ricas y emergentes) seguirá centrada en la necesidad de consolidar la salida de la crisis económica global, especialmente ahora que los mercados emergentes comienzan a perder el brío de años anteriores.
Evitar el desigual crecimiento será una de las prioridades para la que se podría seguir incidiendo en la necesidad de reducir barreras al comercio, evitar excesivas intervenciones monetarias, luchar contra el cambio climático y hacer el crecimiento más inclusivo en economías emergentes.
Asimismo, se seguirá debatiendo el cambio en el reparto de poder en el Fondo Monetario Internacional (FMI) o sobre la implementación de las nuevas normas bancarias para evitar nuevas crisis financieras.
A finales de agosto, Putin subrayó que durante la cumbre del G20 deberán tomarse importantes decisiones en el ámbito de las inversiones y la regulación de las finanzas mundiales.
Pese a todo, el abismo cada vez mayor entre Obama y Putin podría desviar la atención de los desafíos a los que se enfrenta este foro. EFE