Ángel Gómez
Nueva York, 30 dic (.).- Las últimas sesiones de Wall Street han sido aburridas, han terminado en rojo y, en ocasiones, se han visto señales de desamparo, pero el parqué neoyorquino cierra 2016 satisfecho porque ha sido un ejercicio del que no se podrá quejar.
Le faltó el broche de oro: los tres indicadores más importantes de Wall Street cerraron hoy con pérdidas, al igual que el jueves y el miércoles. El Dow Jones, el principal de los indicadores, perdió hoy un 0,29 %, hasta los 19.762,60 puntos.
Pero si se mira el ejercicio anual, y teniendo en cuenta que la última sesión de 2015 la cerró con 17.425,03, que haya avanzando más de 2.000 puntos desde entonces, un 13,4 %, es un dato que compensa cualquier traspié final.
Los retrocesos últimos amargaron al Dow Jones su ofensiva para conquistar por primera vez los 20.000 puntos, pero a los operadores ni les va ni le viene ese intento, entre otras cosas porque, a pesar de la popularidad de ese indicador, se inclinan más por el selectivo S&P 500.
Y tampoco le ha ido mal a este índice: este año subió un 9,5 %.
Gran parte de este avance se debió a las esperanzas que están depositadas en la gestión presidencial del republicano Donald Trump, que ganó las elecciones del 8 de noviembre y que ha prometido muchas cosas que sintonizan con los operadores bursátiles de Nueva York.
Exceso de regulaciones e impuestos corporativos son los grandes enemigos de Wall Street, y Trump ha prometido luchar contra ello.
"Hay pocas dudas de que un contexto regulatorio reducido e impuestos reducidos deberían alentar los espíritus animales de las corporaciones", sostiene el jefe de estrategia bursátil del Citigroup (NYSE:C), Tobias Levkovich.
"Las dos cosas que más preocupan a las empresas son los altos impuestos y la alta regulación", agregó.
Con sus mensajes, Trump ha convencido al mercado de que lo que viene será mejor, o por lo menos lo que ha prometido puede llegar a ser mejor, aunque falta mucho para que sus promesas se plasmen en hechos concretos, y que Wall Street lo comience a digerir.
Pero, de momento hay motivo para el optimismo, y los operadores se preparan para el largo fin de semana (el lunes es festivo) satisfechos de algo: en 2016 el Dow Jones terminó con su mayor ganancia en los últimos tres años.