Pekín, 14 oct (.).- El repunte del índice de precios al consumo (IPC) chino en septiembre hasta un 1,9 % interanual alejó el fantasma de la deflación, pero quedó lejos aún de generar temores de que la inflación pueda generar un problema para la política económica del Gobierno.
El IPC, el principal indicador de la inflación, aumentó en septiembre seis décimas desde el 1,3 % interanual de agosto, lo que rompe una racha de cuatro meses de aumentos cada vez menores.
Esta subida fue impulsada por el incremento de los precios de los alimentos y de la energía, según los datos divulgados hoy por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) china.
Las cifras oficiales destacaron la importante subida de los alimentos (sobre todo frutas y verduras frescas debido a inclemencias meteorológicas), que alcanzó el 3,2 % interanual, desde el 1,3 % de agosto.
Además, los precios de los productos no alimentarios aumentaron a un ritmo menor, del 1,4 al 1,6 % (que aun así es la mayor cifra en dos años), debido sobre todo al mayor precio de la energía por el incremento del petróleo en los mercados internacionales.
El índice de precios al productor (IPP), que mide la variación en el sector mayorista, aumentó por su parte un 0,1 % interanual el mes pasado, en su primer incremento interanual tras 54 meses ininterrumpidos de descenso, lo que contribuye a alejar, al menos temporalmente, el temor a la deflación.
Esta subida se debió sobre todo a los mayores precios de materias primas como carbón y metales ferrosos, pero también a los efectos del proceso de reestructuración de los gigantes industriales chinos, según dijo en un comunicado un estadístico de la ONE, Yu Qiumei.
Los analistas interpretaron de forma positiva este aumento de la inflación, ya que algunos de los componentes del IPC, como el incremento interanual del 3,2 % en los servicios, apuntan a una buena salud de la demanda interna.
A pesar del notable aumento de septiembre, el economista Julian Evan-Pritchard, de la firma de análisis Capital Economics, prevé que el IPC "se mantendrá cerca de sus actuales niveles aproximadamente durante el próximo año", según indica en una nota a clientes.
Aunque se pueden esperar nuevos aumentos del precio del petróleo, quedarían compensados por el previsible retorno a la normalidad de algunos precios alimentarios básicos en China, como la carne de cerdo.
Para el gigante bancario HSBC, los datos de hoy sugieren que los pronósticos sobre el crecimiento y la inflación en China "siguen siendo menos negativos".
Además, insiste en que los datos del IPP apuntan a que "la dinámica entre oferta y demanda se está equilibrando" en el sobredimensionado sector industrial chino.
Por otra parte, un IPC del 1,9 % interanual está aún muy lejos del límite máximo del 3 % que se ha marcado el Gobierno de Pekín para el conjunto de este año.
"La conclusión es que es improbable que la inflación constituya una preocupación importante para los responsables políticos este año", concluye Evan-Pritchard.
Tras los mediocres datos del comercio exterior chino durante septiembre divulgado ayer jueves por la Administración de Aduanas, el auténtico termómetro de la situación económica de China llegará el próximo miércoles con la divulgación de los datos del Producto Interior Bruto (PIB) del tercer trimestre.