El bloqueo de la cárcel de la ciudad francesa de Fleury-Mérogis, a las afueras de París, terminó de manera violenta, con cargas policiales para desalojar a los funcionarios que protestaban contra la degradación de las condiciones laborales. Pedían más efectivos y menos internos, ya que la cárcel está saturada al 180% de su capacidad. Fleury-Mérogis es la mayor prisión de Europa.