Lima, 16 feb (.).- El Gobierno de Perú suscribió este viernes un contrato "de Gobierno a Gobierno" (G2G) con Canadá que permitirá concluir la tercera etapa del gran proyecto de irrigación de Chavimochic, en la costa norte del país, con una inversión de 750 millones de dólares (696 millones de euros).
El contrato fue suscrito en una ceremonia realizada en la región norteña de La Libertad, que fue considerada histórica por el Ejecutivo y contó con la participación de la presidenta Dina Boluarte.
"El destrabe de los grandes proyectos de irrigación, como Chavimochic, es el reflejo de la voluntad política de mi Gobierno por intensificar nuestro trabajo en materia de reactivación económica", sostuvo Boluarte.
Agregó que la ejecución de esta tercera etapa permitirá incorporar 63.000 hectáreas de nuevas tierras agrícolas y mejorar significativamente la irrigación de 48.000 hectáreas de cultivos en la zona.
"Además, se generarán más de 150.000 nuevos puestos de trabajo, con un efecto transformador en el bienestar social y económico de las familias de la región", sostuvo.
Tras indicar que se están "sentando las bases de un futuro más próspero para las próximas generaciones" de peruanos anunció que el Ejecutivo también promoverá otros importantes proyectos de irrigación como Chinecas, en la región de Áncash, Yanapujio, en Moquegua y Arequipa, y Las Delicias, en Lambayeque.
El primer ministro de Perú, Alberto Otárola, informó el pasado 15 de enero que se había elegido al Gobierno de Canadá para ejecutar la tercera etapa de Chavimochic, tras también haber recibido propuestas técnicas de Países Bajos.
Chavimochic III fue paralizado hace siete años y comprende la culminación de la presa de Palo Redondo, que tendrá 97 metros de altura, y la implementación del llamado canal madre.
Las obras fueron paralizadas en diciembre de 2016 por el Consorcio Ríío Santa-Chavimochic, integrado por la empresa brasileña Odebrecht y la nacional Graña y Montero, que luego buscaron traspasarlas en medio de un escándalo de corrupción.
Sin embargo, esto fue impedido por un decreto emitido por el Gobierno peruano, que intervino las cuentas y controló la venta o transferencia de bienes y capitales de empresas que hubiesen confesado actos de corrupción o fuesen culpables de ese delito.
Tras un arbitraje, se declaró la caducidad anticipada del contrato de concesión, por lo que desde julio de 2020 el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego administra la tercera etapa.
Las autoridades peruanas señalaron en 2018 que faltaba por culminar un 30 % de la tercera etapa de la obra, que había sido adjudicada al consorcio a cambio de una concesión de 25 años de las operaciones de irrigación.
El proyecto implica construir una presa para embalsar agua que será destinada a crear miles de nuevas hectáreas de cultivos en el desierto de la norteña región de La Libertad, así como mejorar el riego de otras miles de hectáreas ya existentes.