Por Laura Sánchez
Investing.com - “Preferimos crédito de grado de inversión (IG) sobre acciones en un horizonte táctico, ya que vemos que se está formando un nuevo régimen de mercado con mayor volatilidad”, señalan los analistas de BlackRock (NYSE:BLK), que se decantan por la deuda corporativa en detrimento de la renta variable.
“En primer lugar, los rendimientos del crédito IG han aumentado, lo que ha mejorado las valoraciones y ofrece una mayor protección contra los impagos. En segundo lugar, creemos que los balances son sólidos. En tercer lugar, la oferta es baja y solo vemos riesgos moderados de refinanciamiento. Nuestra conclusión: Creemos que el crédito IG puede resistir una desaceleración significativa del crecimiento, mientras que las acciones no parecen tener un precio para este riesgo”, sentencian estos expertos.
Rendimientos más atractivos
En opinión de BlackRock, los rendimientos parecen más atractivos que a principios de año. “Esto se debe a un aumento en los rendimientos de los bonos del Gobierno y una ampliación de los diferenciales, la prima de riesgo que los inversores pagan para tener bonos IG sobre sus pares del Gobierno”.
Según explican en la gestora, desde junio de este año los mercados han estado cautivados por la perspectiva de tipos más bajos ante una desaceleración del crecimiento. “Esto ha resultado en una caída en los rendimientos, impulsando el desempeño de IG y desencadenando un repunte de acciones de más del 10%”.
“Todavía nos gusta el crédito IG en estos niveles. Los diferenciales solo se han reducido marginalmente a medida que los inversores se inclinan hacia las acciones. Además, creemos que los ingresos por cupones más altos brindan un colchón contra otro aumento en el rendimiento a medida que los mercados valoran la inflación persistente que esperamos. Mientras tanto, las valoraciones de las acciones aún no reflejan la posibilidad de una desaceleración significativa, por lo que las estimaciones de ganancias siguen siendo optimistas”, afirman.
Empresas en buena forma
Asimismo, en BlackRock creen que las empresas de IG están en buena forma. “El servicio de la deuda sigue siendo bajo según los estándares históricos y el apalancamiento se ha reducido. Las compañías IG no financieras de EE.UU. redujeron el apalancamiento, medido por deuda a capital, por séptimo trimestre consecutivo a fines del año pasado, según la agencia calificadora S&P Global”, explican.
“En segundo lugar, la cantidad de incumplimientos en 2022 es la más baja desde 2014, según muestran los datos de S&P. Por último, en la gestora creen que la calidad crediticia sigue siendo sólida”, añaden.
“Somos high yield neutrales, ya que preferimos crédito de alta calidad en medio de un contexto macroeconómico que empeora. Creemos que partes del alto rendimiento ofrecen ingresos atractivos, pero la preocupación por la ampliación de los diferenciales en cualquier desaceleración nos lleva hacia IG”, apuntan.
Sobreponderación en crédito
En opinión de BlackRock, las tendencias en el mercado de bonos corporativos también respaldan la sobreponderación en crédito. “En primer lugar, la oferta es relativamente baja. La emisión de bonos corporativos ha bajado casi un 20% este año en comparación con 2021, según S&P. Muchos emisores podrían esperar a ver si mejoran las condiciones de financiación antes de emitir más deuda. En segundo lugar, las necesidades de refinanciamiento no parecen apremiantes después de un aumento en las emisiones el año pasado. Por ejemplo, la emisión típica de bonos IG de EE.UU. de alrededor de 1 billón al año supera fácilmente los próximos vencimientos de menos de 600.000 millones al año hasta 2029, según muestran los datos de S&P”, concluyen.