Santiago de Chile, 5 abr (EFE).- Los altos precios de los alimentos registrados durante 2011 repercutieron en el valor de las exportaciones agroalimentarias de Latinoamérica, que aumentaron un 27 % respecto a 2010, informó hoy en Chile la Oficina Regional de la FAO.
En el caso de las exportaciones de arroz y trigo, el aumento sobrepasó el 70 %, lo que propició una reducción en el déficit comercial de cereales a nivel regional, precisó la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en su boletín de seguridad alimentaria.
"El comercio agroalimentario de América Latina sigue mostrando saldos comerciales positivos. El superávit en 2011 aumentó un 7,5 % respecto del año previo, lo que es una señal de la especialización agroexportadora de la región," señaló Fernando Soto Baquero, Oficial de Políticas de la FAO.
Matizó, sin embargo, que la capacidad exportadora de cereales está centrada en los países del Mercado Común del Sur (Mercosur) y Chile, mientras que el resto de los países de la región tienen una balanza comercial deficitaria en cereales.
Para el período 2011-2012, la FAO prevé un crecimiento del 4,0 % en la producción mundial de cereales, principalmente por las buenas expectativas en trigo y granos secundarios, lo que impulsará un incremento de las existencias finales de esos productos.
La producción de cereales de América Latina y el Caribe, en cambio, se mantendrá prácticamente estable respecto de la temporada anterior, indicó Fernando Soto Baquero.
El boletín de la FAO destaca que el producto interno bruto (PIB) de América Latina y el Caribe creció un 4,6 % durante 2011, por encima de la expansión de la economía mundial, y si bien el año pasado hubo una desaceleración del crecimiento, hasta ahora "esta tendencia no se ha traducido en una dinámica recesiva".
"Diversas señales de la situación económica mundial en los últimos dos meses muestran que las previsiones más pesimistas divulgadas a fines de 2011 no se han materializado", precisó Soto Baquero.
Las previsiones de crecimiento de América Latina y el Caribe se sitúan en torno al 3,7 % para el 2012, que si bien resulta positivo dado el actual contexto económico mundial, suponen una desaceleración de la economía regional por segundo año consecutivo.
En ese contexto, los precios internacionales de los alimentos se han mantenido estables en los últimos meses, aunque los niveles continúan siendo altos, lo que repercutió en los niveles de indigencia.
Aunque en la región la pobreza total bajó un punto porcentual en 2011, hasta el 30,4 %, respecto del año anterior, la indigencia aumentó en tres millones de personas, hasta unos 74 millones, debido a los altos precios de los alimentos, según datos presentados en noviembre pasado por la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal)
Sobre esa base, la FAO señaló que la evolución de los precios de los alimentos durante los próximos meses requiere especial atención, ya que afecta directamente la seguridad alimentaria de las poblaciones más vulnerables.
La seguridad alimentaria, según el texto, se ha posicionado como un elemento clave en las políticas nacionales en la región, lo que se ha visto reflejado en la promulgación de leyes tanto de seguridad como de soberanía alimentaria en ocho países de la región.
Al mismo tiempo, otros cinco países están discutiendo este tipo de leyes en sus órganos legislativos. EFE