Shanghái (China), 26 mar (.).- La endeudada promotora china Shimao anunció que ha trasladado propuestas a los acreedores para reestructurar una deuda extraterritorial ('offshore') de unos 11.700 millones de dólares y evitar así enfrentarse a una demanda de liquidación.
En un comunicado remitido anoche a la Bolsa de Hong Kong -donde cotiza-, la compañía detalla cuatro opciones diferentes: pagos a través de bonos a corto plazo, a largo plazo, títulos convertibles en acciones o una combinación de estos instrumentos.
No obstante, Shimao matizó que no emitirá más de 3.000 millones de dólares en bonos a corto plazo -de hasta seis años de duración- y 4.000 millones de dólares en títulos a largo plazo, con un vencimiento de hasta nueve años.
"La compañía cree que la propuesta representa una solución razonable y realista para un acuerdo sobre la deuda 'offshore', teniendo en cuenta las expectativas sobre las condiciones del mercado inmobiliario en China y la posición de liquidez de la compañía", apunta el documento.
Shimao incurrió en impago por primera vez en julio de 2022 tras haber experimentado una caída de ventas del 72 % interanual en los primeros cinco meses de ese año ante la crisis en el sector, lo que le supuso un importante impacto en términos de liquidez y de condiciones de financiación y le forzó a iniciar una campaña de venta de activos para recaudar fondos.
Pese a que la compañía lleva meses intentando alcanzar un acuerdo con sus acreedores extranjeros, algunas informaciones apuntaron este mismo mes a que Deutsche Bank (ETR:DBKGn) estaba preparando una demanda de liquidación, lo que supondría una señal de que los inversores ya no confían en el posible éxito de las negociaciones de reestructuración.
Dos de los principales nombres del maltrecho sector inmobiliario chino, Evergrande (HK:3333) y Country Garden, han recibido demandas similares en Hong Kong: en enero, la Justicia falló en contra de la primera, un dictamen que abrió un largo e incierto proceso ante la deuda de si será reconocido en la China continental, donde están la mayoría de sus activos.
La posición financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto de 2020, Pekín anunciase restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que habían acumulado un alto nivel de deuda, entre las que destacaba Evergrande, con un pasivo de casi 330.000 millones de dólares.
En los últimos meses, ante la coyuntura, el Gobierno anunció diversas medidas de apoyo, con los bancos estatales abriendo asimismo líneas de crédito multimillonarias a diversas promotoras, a las que se marcó como prioridad la finalización de los proyectos vendidos sobre plano, asunto que preocupa a Pekín por sus implicaciones para la estabilidad social, ya que la vivienda es uno de los principales vehículos de inversión de las familias chinas.
No obstante, el mercado no está respondiendo: las ventas comerciales medidas por área de suelo se desplomaron un 24,3 % en 2022 y otro 8,5 % en 2023, mientras que los precios de la vivienda nueva cayeron en diciembre a su mayor ritmo en casi nueve años.
Además, según datos de la consultora especializada CRIC, las ventas de las cien principales promotoras del país bajaron más de un 60 % interanual en febrero.