Geoff Smith
Investing.com - Para algunas personas, Volkswagen (DE:VOWG_p) es como un superpetrolero: enorme, lento y engorroso, pero muy difícil de detener cuando viene con impulso. A veces, ese impulso puede sorprenderle incluso a él mismo.
El mayor grupo automotriz de Europa ha confirmado que pretende sacar a bolsa su unidad de camiones Traton en agosto, a pesar de haber decidido hace sólo un par de meses que no era el momento adecuado.
Las condiciones del mercado han empeorado mucho desde entonces, pues el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado su guerra comercial con China y señalado su intención de iniciar una nueva con México (todavía no ha decidido si a atacar o no frontalmente a Europa).
El mercado ha optado por interpretar la noticia como una señal de confianza en lugar de desesperación, lo que ha impulsado las acciones del grupo un 2% al comienzo de la jornada de negociación de este martes en Fráncfort, mientras que el Dax de Alemania se ha recuperado sólo un 0,9% tras el 'Sturm und Drang' del lunes. El índice de referencia Euro Stoxx 600 sube mientras tanto un 0,3% a las 11:00 horas (CET), mientras que el FTSE 100 del Reino Unido avanza un 0,2%.
Cuando tenga lugar, si es que ocurre, la de Traton podría ser la mayor OPV de Europa este año. Los analistas estiman el valor de la unidad en torno a 16.000 millones de euros, lo que significa que una venta del 25% permitiría recaudar 4.000 millones de euros.
Dado que aspira a una doble salida a bolsa, en la de Fráncfort y en la de Estocolmo (hogar de la marca Traton Scania), la liquidez va a verse perjudicada si intenta vender mucho menos de eso.
Resulta que la necesidad de sacar a bolsa a Traton pesa más que la pérdida de 1.000 millones aquí o allá en la valoración. Esa necesidad nace del desastre del diésel de VW, que le ha costado hasta ahora 30.000 millones de dólares en multas y otros gastos (y seguramente tendrá que pagar más en concepto de multa antimonopolista a la UE por conspirar con BMW (MI:BMW) y Daimler (DE:DAIGn) para mantener la tecnología más limpia alejada del mercado).
La respuesta de VW ha sido planificar una enorme expansión hacia los vehículos eléctricos, con el objetivo de que un cuarto de su producción global la constituyan vehículos eléctricos de aquí a 2025. Ése es un reto formidable, pues hay informes que aseguran que va a tener que reajustar un plan de compra de baterías de 56.000 millones de dólares porque ni siquiera la todopoderosa Samsung (KS:005930) puede estar segura de cumplir con sus compromisos de entrega.
No está claro si esto está relacionado con el cambio de parecer en cuanto a Traton, pero los riesgos de ejecución de la transición hacia los vehículos eléctricos demandan un sólido balance.
También exigen que la dirección del grupo esté enfocada adecuadamente. Dejar que el negocio de camiones siga su propio camino es un paso hacia esos dos objetivos al mismo tiempo.