París, 8 feb (EFE).- El aumento de las capacidades de energías renovables y de nuclear cubrirán más del 90 % del incremento de la demanda mundial de electricidad de aquí a 2025, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que al mismo tiempo calcula que el consumo de gas y carbón se mantendrá estancado en esos tres años.
En su informe anual sobre el mercado mundial de la electricidad publicado este miércoles, la AIE destaca que más del 45 % del incremento de la generación de electricidad renovable se hará en China y un 15 % en la Unión Europea, donde se espera un recorte significativo de las energías fósiles.
En los próximos tres años, un 70 % de la demanda de electricidad que se genere en el mundo vendrá de India, el sudeste asiático y, sobre todo, de China, cuyo peso relativo subirá a un tercio del total en 2025, frente a un cuarto que representaba en 2015.
El aumento del consumo global, que estuvo subiendo a un ritmo del 2,4 % durante los años que precedieron la crisis de la pandemia, se quedó en un 2 % en 2022 por la crisis generada por la invasión rusa de Ucrania y por las condiciones climáticas excepcionales en algunas partes del mundo.
Las emisiones de dióxido de carbono (CO2, principal gas de efecto invernadero) generadas por la electricidad aumentaron un 1,3 % en 2022, después del 6 % en 2021, y alcanzaron un récord histórico.
Para este ejercicio y para los dos siguientes, la agencia cree que esa cadencia se acelerará al 3 %, lo que en todo el periodo supondrá unos 2.500 teravatios hora, que equivale a más de dos veces la producción anual de Japón.
En conjunto, el peso relativo de las renovables en la producción de electricidad en el mundo pasará del 29 % en 2022 al 35 % en 2025, y eso será en detrimento del carbón y el gas.
Eso será particularmente pronunciado en Europa, donde los autores del informe calculan que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) generadas por la electricidad van a disminuir a un ritmo del 10 % anual hasta 2025.
En total, el recorte debería ser del 28 % en 2025 respecto a los niveles de 2022.
Eso debería convertir en un fenómeno puntual lo ocurrido en los dos últimos años. En 2021, como efecto de la recuperación económica tras la recesión histórica por la crisis de la covid, esas emisiones dieron un salto del 11 % en Europa y en 2022 volvieron a subir, un 4,5 %, sobre todo por un mayor recurso al carbón.
La AIE constata que la crisis energética ha hecho más atractiva la energía nuclear en algunos países, porque ofrece una mayor seguridad en el aprovisionamiento y reduce el impacto en términos de emisiones de CO2.
A corto plazo, prevé que la generación de electricidad nuclear aumentará casi un 4 % anual entre 2023 y 2025, lo que equivale a unos 100 teravatios hora anuales. De nuevo China será el "número uno" en ese crecimiento, y junto a India, Japón y Corea del Sur representará la mitad de esa expansión.