La apreciación del dólar estadounidense, el aumento de los tipos de interés de los bonos y la concentración de la inversión en unos pocos sectores presentan un entorno difícil para las acciones en Estados Unidos, lo que aumenta la posibilidad de un descenso, según señalan los analistas de JPMorgan en un informe publicado el lunes.
Señalan que las pautas recientes están cambiando, como la expansión de las relaciones precio/beneficios observada en meses anteriores, los niveles de volatilidad muy bajos hasta hace poco, la diferencia más estrecha entre los rendimientos de los bonos corporativos y los de los bonos del Estado desde 2007, y el anterior fracaso generalizado entre los inversores a la hora de prever cualquier acontecimiento negativo que pudiera afectar a los precios de las acciones.
Los analistas de JPMorgan expresan su preocupación por la continua falta de previsión de las elevadas valoraciones de las acciones, la persistente inflación elevada, la posibilidad de que la Reserva Federal ajuste sus políticas, el aumento de los tipos de interés por motivos problemáticos y una previsión de los beneficios empresariales en 2024 que puede ser excesivamente positiva.
El dólar estadounidense se ha revalorizado desde principios de año, lo que suele crear dificultades para las acciones debido a su relación típicamente opuesta. Aunque las acciones han subido este año junto con un dólar estadounidense más fuerte, esta divergencia podría acabar reduciéndose, como indica JPMorgan.
Al mismo tiempo, esta importante institución financiera cree que un aumento de los rendimientos de los bonos con respecto a sus niveles actuales tendrá probablemente un efecto negativo en el mercado bursátil, como se vio el verano pasado, cuando el índice S&P 500 cayó un 10%.
Además, aunque los precios del petróleo se estabilizaron la semana pasada, han aumentado un 15% desde principios de año, y los precios de la gasolina siguen subiendo.
"Mientras que a principios de año se podía atribuir la subida de los precios de la energía a una mejora de la actividad económica, las últimas subidas se deben principalmente a problemas de suministro, y reflejan una mayor prima de riesgo geopolítico", afirmaron los analistas.
"Esto ocurre en un momento inoportuno, ya que el anuncio de éxito de la Reserva Federal en el control de la inflación y la creencia de que la subida del Índice de Precios al Consumo en enero y febrero es temporal, podrían ponerse en entredicho", continuaron.
De cara al futuro, cualquier nuevo aumento del valor del dólar estadounidense, de los rendimientos de los bonos o del precio del crudo Brent, junto con el recrudecimiento de las tensiones geopolíticas, aumentan la probabilidad de pérdidas para las acciones. "Esto indica que podría ser aconsejable un enfoque más cauto de la negociación", concluyó el equipo de JPMorgan.
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