Existe un riesgo creciente de recesión en Europa durante el segundo semestre (H2) de 2024, impulsado por datos económicos débiles y problemas estructurales arraigados en economías centrales como Alemania, según afirmaron los estrategas de Macquarie el lunes.
Los índices de gerentes de compras (PMI) preliminares han mostrado que la desaceleración económica se está profundizando, con presión tanto en los sectores de servicios como en los de manufactura. El PMI de servicios de Alemania, por ejemplo, cayó a 50.6 en septiembre desde 51.6 en agosto, mientras que el PMI compuesto de la zona euro cayó por debajo de 50, señalando contracción.
Macquarie señala que estos indicadores débiles llegan en un momento en que Europa está lidiando con obstáculos estructurales más grandes.
"Existe un mayor riesgo de recesión o crecimiento muy lento en el centro de Europa en el H2, ya que los impedimentos estructurales para el crecimiento continúan superponiéndose a lo que está sucediendo en el ciclo global", dice la nota.
Mientras que Estados Unidos continúa teniendo un mejor desempeño, gracias a su ciclo de flexibilización en curso, las debilidades de Europa están pesando fuertemente en sus perspectivas.
Alemania, la economía más grande de Europa, es particularmente vulnerable. Según Macquarie, el país "continúa sufriendo el colapso del 'modelo de negocio' original del período posterior a 1990", que dependía en gran medida de la energía barata de Rusia y un fuerte mercado de exportación en China.
Estos pilares se han derrumbado, y Alemania ha sido lenta en adaptarse. Su falta de inversión en la producción de vehículos eléctricos (EV) ahora la está dejando rezagada frente a competidores internacionales como Estados Unidos y China, disminuyendo aún más su producción industrial.
Además, la polarización política en Alemania está en aumento. La reciente elección regional en Brandenburg vio un fuerte desempeño de la extrema derecha Alternative for Germany (AfD), destacando el giro del electorado hacia los extremos políticos. Macquarie advierte que esto podría llevar a un círculo vicioso de inestabilidad política y económica.
"Si el electorado ya está cambiando hacia los extremos políticos, imaginen lo que sucederá con la polarización política en la próxima recesión global", afirma la firma.
En medio de tales riesgos, Macquarie advierte que los operadores pueden descontar cada vez más el euro, particularmente porque la respuesta política del Banco Central Europeo sigue siendo incierta.
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