Washington, 7 ago (EFE).- El virtual candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, acusó hoy al mandatario estadounidense y aspirante a la reelección, Barack Obama, de fomentar "una cultura de la dependencia" al "destripar" la reforma de la seguridad social que condicionaba las ayudas sociales a la búsqueda activa de empleo.
"Si yo soy presidente, pondré de nuevo el trabajo dentro de la seguridad social. Pondremos fin a la cultura de la dependencia y restauraremos la cultura del trabajo duro", explicó Romney en un acto de campaña en Elk Groove Village, en Illinois, con miras a los comicios de noviembre próximo.
El exgobernador de Massachusetts se refería así a la ley de reforma del sistema de seguridad social aprobada en 1996 por el presidente Bill Clinton (1993-2001) y por un congreso dividido, la cual exigía que para recibir los cheques de la seguridad social se acreditara la preparación y búsqueda activa de trabajo.
Según Romney y su equipo de campaña, esta condición fue eliminada por Obama al aprobar, en julio pasado, la posibilidad de eliminar esta exigencia para estados que busquen mayor flexibilidad en la aplicación del programa conocido como "Asistencia Temporal para Familias con Necesidad" (TANF, en inglés).
En un nuevo anuncio de campaña, el aspirante a la candidatura republicana expresó su compromiso de restaurar estas condiciones y criticó a Obama por intentar "revertir el logro eliminando el requisito del trabajo en el seguro social".
Por su parte, el portavoz de la Presidencia, Jay Carney, negó estas acusaciones que calificó de "categóricamente falsas y descaradamente deshonestas".
"El anuncio es particularmente indignante cuando el propio gobernador Romney junto con otros 28 gobernadores republicanos apoyó políticas que habrían eliminado los límites de tiempo determinados por la reforma de la seguridad social y permitir a la gente permanecer en el seguro social para siempre", agregó Carney.
Romney ha criticado reiteradamente las "erróneas" políticas económicas de la Adminstración Obama que, a su juicio, potencian la ampliación del gasto público y los controles por parte del Gobierno y dejan de lado la iniciativa privada. EFE