Madrid, 21 feb (.).- El grupo farmacéutico Rovi (BME:ROVI) elevó más de un 30 % su beneficio en 2022 hasta los 199,7 millones de euros, la mayor cifra de los últimos años, pero prevé que de cara a este año se produzca una reducción de los resultados de cara a la evolución del coronavirus.
El ejercicio 2022 ha estado marcado por el crecimiento del biosimilar de enoxaparina, el lanzamiento del medicamento Okedi en Europa y el crecimiento del área de fabricación gracias al acuerdo de colaboración con Moderna, según las cuentas remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
A cierre del periodo el resultado bruto de explotación (ebitda) aumentó un 37 % hasta alcanzar los 278,9 millones.
Los ingresos totales se incrementaron un 26 % hasta los 819,8 millones mientras que los operativos lo hicieron un 26 % y contabilizaron 817,7 millones gracias al negocio de fabricación a terceros, que creció un 52 % en ventas, y al negocio de especialidades farmacéuticas, cuyas ventas crecieron un 8 %.
Con todo ello, en 2022 Rovi superó la banda alta de sus previsiones de crecimiento de los ingresos operativos (15 %-20 %).
Las ventas fuera de España crecieron un 41 % con respecto a 2021, situándose en 553,4 millones, lo que representó el 68 % de los ingresos operativos de todo el ejercicio.
Las ventas de la división de heparinas se incrementaron un 9 % hasta los 264 millones, mientras que las ventas del biosimilar de enoxaparina crecieron un 23 % hasta 152,9 millones de euros.
Por su parte, las ventas de los productos farmacéuticos con prescripción crecieron un 7 % y sumaron 372,6 millones.
ELEVA UN 35 % EL DIVIDENDO
Rovi propondrá a la junta un dividendo con cargo a los resultados de 2022 y a ejercicios anteriores de 1,29 euros por acción, el 35 % más que el pagado con cargo a 2021.
Para hacer frente a este dividendo, que implicará el reparto de cerca del 35 % del beneficio neto del 2022, la compañía desembolsará cerca de 70 millones.
PREVISIONES A LA BAJA PARA 2023
Para 2023, ROVI espera que sus ingresos operativos disminuyan entre un 10 % y un 20 % con respecto a 2022, aunque espera un crecimiento de entre el 5 % y el 10 % frente a la cifra alcanzada en 2021. La compañía prevé que los resultados se puedan ir ajustando a la baja en 2023.
Para este año calcula que la Covid-19 será una enfermedad estacional y la vacuna, en principio, se administraría una vez al año. Por ello, prevé un segundo semestre más fuerte que el primero en cuanto al negocio de fabricación a terceros.
En el primer trimestre de 2023 indica que se incluirán los ingresos vinculados a la producción de vacuna en el cuarto trimestre de 2022, y que el segundo trimestre de este año será el de menores ventas de fabricación a terceros.
Pese a que la incertidumbre asociada a la evolución de la enfermedad es muy alta, en virtud del acuerdo firmado con Moderna sigue invirtiendo en incrementar sus capacidades de formulación, llenado aséptico, inspección, etiquetado y empaquetado en sus instalaciones y espera que dichas capacidades estén totalmente instaladas a finales de 2024.