Washington, 3 mar (EFE).- El republicano Mitt Romney, que perdió los comicios presidenciales de noviembre en EE.UU. ante el mandatario Barack Obama, dijo hoy que le "mata" no haber llegado a la Casa Blanca y evitado los millonarios recortes automáticos al gasto público que entraron en vigor el viernes.
En su primera entrevista tras su derrota electoral, emitida hoy en el programa "Fox News Sunday", Romney afirmó que lo más "frustrante" es no haber podido liderar unas negociaciones que evitaran que el pasado viernes se pusieran en marcha recortes automáticos al gasto público por 85.000 millones de dólares, ante lo cual criticó la gestión de Obama.
"Es muy frustrante. Lo más duro de haber perdido es ver cómo éste momento dorado, este momento crítico, se desvanece por la política", indicó. "Me mata no formar parte de algo que es una oportunidad única en una generación para que Estados Unidos resuelva sus problemas fiscales", añadió.
Sin embargo, relajado y sentado junto a su mujer Ann, el exgobernador de Massachusetts aseguró que no volverá a presentarse a unas elecciones presidenciales.
"Lo hice mejor esta vez que la anterior", bromeó en referencia a su competición en las primarias republicanas de 2008, cuando perdió frente al senador John McCain.
"Y no tendré una tercera oportunidad. No volveré a hacerlo", aseguró Romney, quien apuntó no obstante que seguirá involucrado de alguna forma en la vida política del país.
"No voy a desaparecer. Me importa Estados Unidos, y la gente que no puede encontrar trabajo. Me importan mis 20 nietos y el tipo de Estados Unidos que van a tener", agregó.
Romney admitió que cometió una serie de errores durante su campaña, y que su incapacidad de conquistar a los votantes pertenecientes a minorías hizo un "daño real" a sus aspiraciones.
"No fuimos eficaces trasladando nuestro mensaje a los votantes de minorías. Y eso fue un fallo. Fue un verdadero error", dijo Romney.
Preguntado por la decisión de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) de liberar a cientos de indocumentados detenidos y en proceso de deportación debido a la inminencia de los recortes, Romney prosiguió con sus críticas.
"Creo que el presidente tiene que actuar en el interés del país. Y eso significa que (...) si hay personas que están encarceladas, debe asegurarse de que podemos mantenerles en prisión", indicó.
"Esto, de nuevo, es política. Se trata de ¿cómo podemos hacer algo que consiga un titular con el que parezca que los horribles republicanos no quieren llegar un acuerdo?", continuó.
Repasando su campaña, Romney reconoció lo "dañino" que fue su famoso "comentario del 47 %", que se convirtió en un punto de inflexión en la carrera electoral al publicarse un vídeo grabado en secreto en el que él decía a sus donantes que un 47 % de los votantes apoyaban a Obama porque querían ser mantenidos por el Gobierno.
"Fue un comentario muy desafortunado el que hice. No es lo que quería decir. No me expresé como habría deseado", señaló. "Fue muy dañino, y no es lo que creo. No hay dudas de que eso me hirió; hizo un daño real a mi campaña", añadió.
El excandidato rechazó, en cambio, la percepción que se extendió durante la campaña de que las primarias le hicieron volverse "más conservador" de lo que era al principio, lo cual "no es correcto".
Su mujer Ann reconoció que, tras la agitada carrera, volver a su vida privada ha sido "todo un ajuste", pero ya se han adaptado.
Romney ha mantenido un perfil bajo tras su derrota electoral, pero prevé reaparecer en la escena pública el mes que viene con un discurso en la Conferencia Anual de Acción Política Conservadora (CPAC, en inglés) que se celebrará a las afueras de Washington.
"(La campaña) es como una montaña rusa, es emocionante e ilusionante... pero el viaje se acaba, y te acabas bajando", dijo el excandidato. "Y no puedes preguntarte ¿por qué no puedo estar en una montaña rusa el resto de mi vida?, porque el viaje se ha acabado". EFE