Bruselas, 21 oct (.).- El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, pidió este viernes seguir dialogando con Pekín “desde una posición más crítica” porque considera que “su asertividad está aumentando” en el tablero internacional en el último año, e instó a China y Taiwán a “reducir las tensiones” para evitar una escalada “más allá de la retórica”.
En declaraciones a la prensa en Bruselas después de la cumbre europea, Rutte aseguró que habló estos dos días con sus colegas europeos sobre las relaciones de la Unión Europea (UE) con Pekín, y consideró que “la asertividad de China está yendo en aumento” en el último año y eso requiere examinar las relaciones y mantener “un diálogo con una posición más crítica”.
Para Rutte, la UE debe actuar con más “independencia” a la hora de definir su propia política hacia China, más allá de la estrategia con la que opere Estados Unidos.
“Estamos muy preocupados por la situación entre China y Taiwán, como ya hemos dicho varias veces. Y como parte de nuestras conversaciones con China, la mayoría de mis colegas, sino todos, nos adherimos a una política que implica instar a todas las partes a reducir las tensiones y a asegurarse de que la retórica no vaya más allá en ambos lados”, agregó.
Los líderes europeos también discutieron la necesidad de reducir su dependencia de China en el suministro de materias primas o semiconductores.
El jefe del gobierno neerlandés aseguró que hay un diálogo con varios países, incluidos Estados Unidos y Japón, para “asegurarse de trazar un camino a seguir que nos permita a todos mantener un equilibrio mundial y seguir dentro de las reglas y sistema de la organización mundial del comercio”.
“Pero al mismo tiempo sin volver a ser unos ingenuos y esa es la razón por la que algunos países están tomando medidas, pero tenemos que hacerlo de manera muy coordinada y estamos trabajando en ello”, aseguró Rutte.
EL PRECIO DEL GAS
Rutte también cree que la UE acabará definiendo un límite al precio del gas y aseguró que Países Bajos considera “necesario y prometedor” ese precio máximo temporal, pero lo vincula al cumplimiento de una serie de condiciones, como la continuidad de los incentivos para reducir el consumo del gas y unas garantías de que los proveedores no cambiarán a Europa por clientes que paguen más.
Consideró que "hay algunos riesgos que deberán definirse" más claramente antes de tomar esta medida y señaló como ejemplo las empresas que ya habían comprado el gas a precio más alto, puesto que estas quedarían "en una situación de desventaja" y acabarán "huyendo" en busca de otros clientes. "Porque solo estaríamos dispuestos a pagar el 80 %" del precio que piden, alertó.