Roma, 11 jul (EFE).- Las finanzas italianas volvieron hoy a ser presa de la desconfianza de los mercados ante la posibilidad de que se produzca un contagio de la crisis griega, lo que llevó a la prima de riesgo de Italia a superar la barrera psicológica de los 300 puntos básicos.
Al cierre del mercado, el diferencial entre el bono italiano a diez años y el alemán del mismo plazo se situó en los 300,7 puntos básicos, lo que supone un nuevo récord desde que Italia entró en el euro y que hace que, solo en las últimas horas, la prima de riesgo de Italia haya subido más de 40 puntos básicos.
Así las cosas, el bono a diez años de Italia, país que cuenta con una deuda pública superior al 120 % de su PIB, cuenta ya con un récord de rentabilidad del 5,679 por ciento, frente al alemán del mismo tipo, que tiene un 2,672 por ciento.
La preocupación es máxima entre las autoridades y los sectores económicos italianos en este momento, ante la posibilidad de que Italia esté siendo objeto de un ataque especulativo, después de que las agencias de calificación Standard & Poor's (S&P) y Moody's hayan advertido al Gobierno de una posible rebaja en su calificación ante el alto endeudamiento y la debilidad de su crecimiento económico.
En este sentido, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, lanzó hoy un mensaje a la unidad nacional ante las "turbulencias de los mercados", mientras que el primer ministro, Silvio Berlusconi, permanece sin comparecer en público, después de que el domingo anulara una intervención telefónica en un acto de su partido ante una posible consecuencia negativa en la Bolsa.
"Hoy más que nunca debería liberarse en nuestro país un compromiso de cohesión nacional que necesitamos para afrontar las difíciles pruebas que están a la orden del día", indicó Napolitano, en un acto en la sede de la Presidencia de la República.
La cuestión se centra ahora en conseguir ofrecer certezas a los mercados para que deje de subir la prima de riesgo de la deuda italiana y se frene la caída cuesta abajo y sin frenos de la Bolsa de Milán, que hoy empeoró el resultado del pasado viernes, al cerrar muy próxima al 4 % de pérdidas.
Todas las miradas están puestas en el refrendo parlamentario al plan de ajuste de unos 48.000 millones de euros que el Gobierno de Berlusconi aprobó hace unos días, cuyo contenido, a día de hoy, aún sigue siendo incierto y que, como lo presentó el Ejecutivo, deja el mayor peso del ahorro para la siguiente legislatura, en 2013 y 2014.
En este sentido, la canciller alemana, Ángela Merkel, que ayer conversó por teléfono con Berlusconi, aseguró hoy que debe ser Roma quien tranquilice a los mercados, aplicando y cumpliendo programas de ahorro y planes de consolidación de las cuentas públicas, aunque expresó su confianza en el Ejecutivo italiano.
Sobre el plan de ajuste se pronunciaron este lunes los socios de Gobierno de Berlusconi, la Liga Norte (LN), cuyos ministros de Interior y Reformas para el Federalismo, Roberto Maroni y Umberto Bossi, apostaron por que las medidas de austeridad consigan aprobarse en el Parlamento lo antes posible.
"Italia está en un momento dificilísimo. Creo que está bien que todos se den cuenta porque en algunos momentos creo que no hay la percepción de esta consciencia. Nosotros tenemos que aprobar inmediatamente el plan de ajuste, quizá incluso anticiparlo", dijo, en esta línea, la presidenta de la patronal italiana Confindustria, Emma Marcegaglia, en un acto en Módena (norte).
El líder del opositor Partido Demócrata (PD), Pierluigi Bersani, indicó durante su viaje a Oriente Medio que Italia es sólida, pero que el Gobierno de Berlusconi "ofrece solo palabrería y señales de humo".
En un congreso celebrado hoy en Milán, el italiano Lorenzo Bini Smaghi, miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), advirtió de que existe ya un "contagio directo" en los mercados de la crisis de deuda soberana a los títulos bancarios. EFE